"Pornovenganza": Hombre pasará 5 años en la cárcel por difundir imágenes íntimas de su expareja
¿Qué pasó?
Este jueves, el tatuador Patricio Pioli fue condenado en la provincia de La Rioja, Argentina, a cinco años de prisión por ejercer violencia de género y por haber difundido imágenes íntimas sin el consentimiento de la víctima, su expareja Paula Sánchez Frega. Pioli fue considerado por el tribunal culpable de los delitos de "coacción y lesiones leves calificadas".
El fallo ha sido calificado como ejemplar por el castigo por coacción, que en la reforma del Código Penal que se busca implementar en Argentina está tipificado como "pornovenganza" o "sextorsión", según informa Clarín.
Además, en declaraciones a Página 12, la abogada Mariana Barbitta, presidenta de la Asociación de Mujeres Penalistas de la Argentina (AMPA), informó que "a diferencia del grooming, la sextorsión no está tipificada en el Código Penal, como sí lo está en el Código Penal español, por eso la condena es por coacción".
De todas formas, es considerado por la prensa argentina como el primer juicio oral en Argentina como “pornovenganza”, por la difusión de material sexual íntimo.
Según el tribunal de La Rioja, Pioli amenazó con difundir y difundió, sin el consentimiento de Sánchez, fotografías y videos íntimos registrados cuando ellos eran pareja.
Deberá estar bajo tratamiento psicológico
Además de la condena, el imputado deberá someterse a un tratamiento psicológico permanente durante su estadía en la cárcel.
Pioli era conocido como “El tatuador”, ya que ejercía aquel oficio en la provincia de La Rioja.
En 2016, fue denunciado por Sánchez por violencia de género y amenazas de difusión de material íntimo, tras terminar su relación.
Víctima está conforme
Cuando se conoció la sentencia, Paula Sánchez aseguró estar conforme con la decisión judicial.
“Terminó este calvario, porque fueron cuatro años de mentiras y hostigamiento. Denunciar es muy cansador", reveló Sánchez.
También agregó que “si no presentas gran cantidad de pruebas, es muy difícil”.
Tenía pocas expectativas
Sánchez también reconoció que llegó al juicio con “muy pocas expectativas” y que el acusado se burlaba de ella todo el tiempo.
“Si pudiera volver el tiempo atrás, hubiera deseado no haberlo conocido”, confesó.
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