Antes de morir de Covid, venezolano denuncia en cartas: "No siempre alcanza medicina para todos"
A sus 45 años, Jaime perdió la batalla más dura de su vida. Pero antes de morir por Covid-19, describió en cartas su experiencia en el hospital Victorino Santaella, ubicado en la ciudad de Los Teques, cerca de Caracas, Venezuela y donde estuvo internado durante dos semanas.
BBC Mundo tuvo acceso a los escritos de Jaime, donde detalló las duras condiciones en las que se encuentra el sistema de salud público venezolano. Sus familiares recibían las cartas que escribía desde su cama antes de fallecer el 25 de marzo de 2021.
“Por las tardes a veces se va la luz y los que dependemos del aparato para respirar estamos a la suerte de que el personal resuelva. Los equipos no tienen sus baterías”, denunció Jaime, quien a través de apuntes en un cuaderno también se comunicaba con sus doctores.
Sus familiares debían mantenerlo
Comenzó a sentir los primeros síntomas de la enfermedad el 4 de marzo y posteriormente confirmó que era positivo por Covid-19, por lo que, tras varias dificultades, finalmente fue ingresado en el hospital.
En sus escritos no solo destacó la situación precaria del centro de salud, sino que describió también cómo los pacientes debían hacerse cargo junto a sus familiares de conseguir insumos, alimentos y medicinas.
“Aquí no siempre alcanza la medicina para todos, por eso pregunté para que me las compren. A mí casi no me las dan aquí”, puntualizó el hombre, quien era administrador y al que le sobreviven dos hijos; uno de 13 y otro de 5 años.
“Si no lo compro, no me lo ponen”, se quejaba Jaime en algunas de sus cartas. “Aquí no siempre alcanza la medicina para todos, por eso te pregunté para que me las compren. A mí casi no me las dan aquí. Se las dan solo a sus amistades y a quien le mojan bien la mano”, relató. 5/5 pic.twitter.com/CDXqwlFNcq
— El Carabobeño (@el_carabobeno) May 25, 2021
Un hospital insalubre e inundado de pacientes
Tras pasar cinco días en el sótano donde se atienden las emergencias, que llamó “las mazmorras”, Jaime fue trasladado por unas escaleras hacia otro piso del hospital, pues los ascensores no funcionan.
Pasó en el piso 9 los últimos once días de su vida, en un espacio que fue habilitado como una sala improvisada de terapia intensiva. “Hola familia. Desde anoche estoy en UT Intensiva, no estaba oxigenando mi sangre a pesar que días antes había recuperado algo de fuerzas, decaí y más después de un tratamiento (creo que solución con sulfato de algo). Eso me tumbó, sin contar la insalubridad, y la habitación inundada por todos lados”, escribió.
La tía de Jaime cuestiona a las autoridades sanitarias. “No me siento culpable, pero yo fui la persona que lo trajo al hospital confiando en que le iban a cumplir un tratamiento, porque siempre me decían que lo estaban haciendo todo y al final resultó mentira”, lamentó.
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