Fingían vender mariscos y en realidad manejaban un prostíbulo clandestino
Autoridades de la ciudad de Machala, en la provincia El Oro, Ecuador, clausuraron un prostíbulo clandestino que evadía el estado de excepción por el Covid-19 disimulando ser una picantería, tras evidenciar el consumo de alcohol y la presencia de trabajadoras sexuales.
La intervención de las autoridades ocurrió cuando la policía municipal recibió el aviso de que en el interior de una marisquería habría una venta de alcohol con gente sentada en las mesas acompañados de prostitutas, informó el diario El Universo.
Cuando los oficiales llegaron al recinto, encontraron a diez hombres tomando cerveza e incumpliendo todos los protocolos de bioseguridad; además de varias mujeres.
Tras finalizar la inspección del sitio, que contaba con unas diez habitaciones, la policía determinó que se trataba de un prostíbulo clandestino, por lo que procedieron a confiscar todas las bebidas y clausuraron el sitio.
Modus operandi
Hace un mes, a pocos kilómetros de Machala fue cerrado otro local que en su fachada también parecía ser una picantería, en la ciudad de El Guabo, según reseñó el Diario Correo.
El gobierno monitorea el trabajo sexual en los burdeles a través del Departamento de Salud, quienes ejercen estrictos controles sobre este y otro tipo de establecimientos en el marco del estado de excepción que actualmente rige al país por la pandemia del coronavirus.
De acuerdo a El Telégrafo, varios prostíbulos han sido clausurados a raíz de las disposiciones del Comité de Operaciones de Emergencia, Nacional y cantonal. La norma indica que este tipo de locales que agrupan gran cantidad de personas deben permanecer cerrados.