Madre busca al asesino de su hija por 23 años y demuestra que condenado era inocente
A más de dos décadas del crimen de Angie Dodge, de 18 años, en Idaho Falls, Estados Unidos, su madre se encargó de buscar durante 23 años al verdadero asesino de su hija.
La lucha de Carol Dodge por hacer justicia se remonta a 1996 cuando compartió con Angie por última vez. Ambas vieron juntas la televisión y discutieron. La chica había dejado su hogar materno.
Era la hermana menor de tres varones y trabajaba en un negocio de belleza y cosméticos, desde donde le informaron a Carol que habían hallado el cuerpo de Angie y que debía dirigirse a la estación de policía para identificar el cadáver, recuerda Infobae.
Madre va tras pistas del asesino de su hija
Idaho Falls era un pueblo pequeño, donde todos se conocían y además un lugar en el que no eran regulares los crímenes. Angie fue violada y asesinada de 14 puñaladas, por lo que la escena de su homicidio fue calificada en aquel momento como “una verdadera pesadilla”.
Al menos, así la describió el detective del caso hace 23 años, Jeff Pratt. El cuerpo de la víctima tenía mucha evidencia: suficiente prueba de ADN del homicida, lo que sería crucial en años posteriores, con el avance de la ciencia y la tecnología.
La madre de Angie no descansaría hasta dar con el asesino de su hija, aunque la búsqueda era frustrante; al punto de que Carol ofreció 5 mil dólares a quien proporcionara pistas sobre el caso. Mantenía persistencia sobre los policías, demandando información.
Las pruebas
En 1998, las autoridades acusaron a Christopher Tapp de la violación y el homicidio de Angie Dodge y lo condenaron a cadena perpetua. Pero la madre de la víctima estaba convencida de que no era el verdadero criminal.
Realmente no había suficiente prueba incriminatoria contra Tapp y el chico había sido forzado y amenazado con ir a la cámara de gas, durante las investigaciones. Carol Dodge decidió hacer lo insólito: 10 años después de la sentencia, se dedicó a estudiar los videos de los interrogatorios que la policía de Idaho Falls hizo al joven.
Estudios de ADN de la mano de expertos y la búsqueda de especialistas a los que alegó que ella dudaba de que Tapp fuera el asesino, movilizó un equipo que confirmó lo que en décadas parecía insólito de creer: el supuesto homicida nunca había estado con Angie Dodge.
El homicida era un vecino
En 2018, Carol Dodge estudió árboles genealógicos empleando las pistas del ADN, que coincidían con descendientes de una pareja del año 1800. La policía trabajó con sus datos y encontró al asesino, que tenía ahora 53 años y estaba en Caldwell, Idaho.
En 1996 vivió solo cuatro meses al frente de la casa de Angie Dudge y fue identificado como Brian Leigh Dripps.
La madre de Angie se sorprendió al conocer el nombre. Hacía 23 años había pedido a la policía que tomaran muestra del ADN de Dripps y los oficiales descartaron su solicitud.
La cadena de televisión KTVB, perteneciente a NBC, contaba en 2019 cómo el trabajo de Carol Dodge había resuelto el asesinato y había llevado a la libertad a un inocente. En febrero de 2021, Dripps admitió haberla violado y dijo que no pensaba matarla, pero que “solo sucedió”. En mayo se espera conocer la decisión del juicio.
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