Una mujer secuestra a un niño en una iglesia y le corta el cabello para esconderlo
Noah Gabriel Trout, un niño de 2 años, fue secuestrado de la guardería de una iglesia por una mujer. Las autoridades emitieron una alerta amber en la comunidad de Ripplemead en Virginia, Estados Unidos, donde vive el pequeño a quien le cortaron el cabello para evitar que fuera identificado por los vecinos.
La policía estatal arrestó a Nancy Renee Fridley, de 44 años, y a su novio Bobby Lee Taylor, de 75. El FBI le imputó a la mujer un cargo de secuestro y delito grave de poner en peligro la vida de un niño.
El novio de Fridley también fue arrestado y acusado de un cargo de secuestro, según informó una agencia local de noticias de la cadena CBS.
“Agentes del FBI y una unidad táctica de la policía estatal de Virginia vieron a un niño cuya descripción correspondía a Noah en la casa de Fridley. Aún no hemos determinado el motivo del secuestro”, declaró a la prensa Morgan Milirons, el sheriff del condado de Giles.
Le raparon la cabeza al niño
Cuando el pequeño Noah fue hallado, 24 horas después, en un parque de casas rodantes su cabeza estaba rapada. Aunque se encontraba ileso y sin ningún tipo de herida visible fue llevado a un hospital cercano para realizarle otros chequeos.
Según las declaraciones de la oficina del sheriff del condado de Giles, Noah desapareció el domingo 2 de mayor cuando se encontraba en la guardería de la iglesia bautista Riverview.
Gracias a los videos de las cámaras de seguridad, que no han sido revelados al público, se pudo comprobar que la mujer desconocida logró convencer al niño de que se fuera con ella.
Las autoridades emitieron la alerta amber la noche de ese mismo día y afirmaron que el niño se encontraba en “peligro extremo”.
Ese mismo domingo, alrededor de las 11:30 de la mañana, Fridley visitó otras dos iglesias cercanas el mismo día que secuestró a Noah, con la intención de raptar a algún niño.
La iglesia en la que ocurrió el hecho difundió un comunicado a través del cual se comprometieron a mejorar la seguridad de los pequeños.
“Esperamos que este acto criminal en nuestra localidad permita a otras iglesias evaluar sus propios métodos de seguridad en sus guarderías", dijeron. “Creemos que la transparencia, la seguridad infantil y la responsabilidad son esenciales”.
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