Muere de Covid-19 mujer trasplantada con corazón de quinceañera asesinada por su exnovio
El sonado caso de la quinceañera asesinada por su exnovio en una toma de rehenes en Brasil volvió a recordarse esta semana. María Augusta da Silva dos Anjos, una de los cinco receptores de los órganos de la chica, murió de Covid-19.
Eloá Pimentel murió de un disparo en el rostro en el año 2008 durante una toma de rehenes protagonizada por su exnovio en un apartamento de Santo André, en Sao Paulo, recuerda Globo.
El hecho fue televisado y todo Brasil recuerda la imagen de Eloá secuestrada lanzando cuerdas con bolsas para que le suministraran comida a ella y a los otros rehenes, mientras la propiedad era rodeada de agentes de policía.
Eloá dio vida a otras personas
Durante la operación de rescate, el exnovio armado disparó a la chica, que fue rescatada en estado de gravedad y horas más tarde se declaró su muerte cerebral. El repartidor de pizzas de 22 años no aceptaba el rompimiento de la relación y la sometió junto a otros familiares en su apartamento.
Pero en medio del dolor por el trágico fallecimiento de Eloá, sus padres Ana Cristina y Everaldo decidieron donar sus órganos. Fue así como se trasplantaron corazón, pulmón, córneas, hígado, riñones y páncreas a varios pacientes en lista de espera.
Una de las receptoras fue precisamente María Augusta, quien para octubre de 2008 se encontraba en delicado estado de salud y necesitaba un corazón, explica la prensa de Brasil.
Luego del exitoso trasplante la mujer conoció a los padres de Eloá, quienes de alguna manera veían prolongada la vida de su hija en todos los receptores.
Paciente de riesgo
“No esperaba esta noticia. Tenía la esperanza de que Augusta se recuperara. Fue muy triste para mí. Mi familia, mis hijos están tristes. No menos porque mañana [5 de mayo] mi hija Eloá cumpliría 28 años si estuviera viva”, declaró a medios locales Ana Cristina Pimentel.
María Augusta, una mujer casada sin hijos, fue internada por Covid en Paraupebas, Pará, el 25 de abril y falleció el lunes 3 de mayo. “Nos enteramos y lamentamos la muerte de María Augusta ”, agregó Everaldo Pereira dos Santos, padre de la donante.
Una sobrina de María Augusta dijo que la mujer cuidó mucho de su nuevo corazón, de hecho llevaba casi 13 años de sobrevida. Sabía que formaba el grupo de riesgo ante la pandemia de Covid 19, no salía, solo lo hacía al hospital para sus controles de rutina y visitó a su madre, no saben dónde pudo adquirir la enfermedad.
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