Psiquiatra de paciente esquizofrénico que mató a policía enfrentará juicio por homicidio culposo
"Te tengo que ofrendar ante los dioses, vos me estás sobrando, te estoy hablando en serio. ¡Tengo un cuchillo de carnicero y tu alma está designada!", le dijo Rodrigo Facundo Roza a su víctima poco antes de matarlo.
El oficial de policía Juan Pablo Roldán fue gravemente herido de varias puñaladas en el pecho, pero logró dispararle al atacante. Ambos murieron con algunas horas de diferencia.
El crimen sucedió en septiembre del año pasado, pero esta semana un tribunal argentino decidió procesar al médico psiquiatra del asesino, un paciente suyo cuyo cuadro no fue debidamente monitoreado, reporta el diario Clarín.
La jueza Alejandra Provitola procesó sin prisión preventiva al especialista por abandono de persona, en el caso de su paciente, y homicidio culposo por la muerte del oficial.
La placa en honor al policía asesinado por el loco del cuchillo.
— paula (@paulita_pro) November 10, 2020
Juan Pablo roldan pic.twitter.com/LJiFREGsXA
Todo quedó grabado
En Argentina el crimen de Juan Pablo Roldán, oficial de la Policía Montada de la Federal, generó un debate. El agente intentó calmar a un hombre que se mostraba agresivo con transeúntes en las adyacencias al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), en Palermo.
Al ver a los policías, Rodrigo gritó: "A ver, ¿a quién me llevo primero?". De una forma inesperada, durante el intento por neutralizar al sujeto, éste sacó un cuchillo y fue cuando profirió que debía ofrendarlo ante “los dioses”.
Los medios argentinos precisaron que Rodrigo llevaba en su mochila una pistola antigua, estampitas de santos, libros religiosos, un cáliz y un atrapa sueño.
Potencialmente peligroso
Rodrigo, de 51 años, tenía problemas psiquiátricos desde hacía años. Había estudiado en Canadá, pero debido a su estado de salud regresó y vivía con su anciana madre en la calle Salguero.
En los últimos años se trataba con el mismo psiquiatra. El año pasado por la pandemia, comenzó un desajuste en sus controles. Había dejado de tomar la droga clozapina, lo que a decir de su madre Martha Jáuregui, de 80 años, empeoró su estado. Se supo que el tratamiento que seguía tuvo cambios.
La mujer agregó que debido a las fallas en el tratamiento de Rodrigo, estuvo buscando cita con otro médico para tratar su esquizofrenia, pero no lo ubicó.
“Cuando yo me fui estaba perfecto, estaba bien, pero pasó lo que pasó. Se levantó lo más bien, le pregunté por un cuadro que tengo, en la casa de mi marido, y me aconsejó lo que tenía que hacer”, dijo al recordar cómo lo vio el día del crimen.
Pero ese “estar perfecto” dentro de su cuadro, no lo era tanto. Rodrigo necesitaba seguimiento médico, posiblemente ser internado, pero nada de eso ocurrió.
Es por ello que la justicia decidió actualizar lo relacionado con el caso incorporando una derivación de la responsabilidad a su médico tratante, un hecho hasta ahora sin precedentes.
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