Líder de secta golpea, encierra en armario y deja sin comer a niño hasta su muerte
Era una de las personas más buscadas por la policía y finalmente terminó siendo condenada. Es el caso de Anna Young, de 79 años, quien era líder de una secta religiosa y que fue acusada por golpear, encerrar y dejar sin comida a un niño hasta provocar su muerte en Florida, Estados Unidos.
Su macabro accionar fue denunciado por su propia hija, quien reportó el homicidio ocurrido en la década del 80 y que, 30 años más tarde, termina siendo descubierto y condenado por la justicia.
Niño hallado muerto en una canasta de paja
Anna Young lideraba el denominado culto House of Prayer (Casa de oración) junto con su esposo, Robert Davidson, y un compañero creyente. La entidad fue creada en 1983 y practicaba estrictamente el Antiguo Testamento, y sus integrantes vestían túnicas largas durante las ceremonias.
El recinto de reunión llegó a tener 24 miembros, todos alojados bajo el mismo techo. Fue en ese lugar donde se aplicó una drástica y mortal medida con un menor, quien tenía 2 o 3 años en ese momento.
Se trató de Emon Harper, al que Young hizo llamar "Moisés" y quien fue encerrado en un clóset sin comida, ni agua, hasta que otros miembros de la secta lo encontraron muerto al interior de una canasta de paja.


30 años de cárcel por asesinato
Tras pasar varios años huyendo de la policía, la mujer logró ser arrestada en noviembre de 2017, permaneciendo recluida hasta su sentencia condenatoria correspondiente a 30 años de cárcel. Durante la investigación se constató la muerte del niño por inanición, quien además fue golpeado y confinado en un armario.
También se comprobó que la madre de Harper entregó al menor a un amigo de la familia en Chicago, pero este último finalmente lo llevó a la casa de oración liderada por Young.
Tras el veredicto, la fiscal general de Florida, Ashley Moody, sostuvo que "es insondable comprender los horrores que esta mujer ha causado. Afortunadamente, a los 79 años, lo más probable es que muera en prisión y nunca más pueda dañar, torturar o matar a otro ser humano".
Leer más de