Le amputan 3 dedos a mujer de 86 años porque el coronavirus le provocó gangrena
Una paciente de 86 años, sufrió efectos muy raros, pero devastadores del coronavirus en sus manos. Literalmente, sus dedos se pusieron negros y los médicos debieron amputarlos.
Se trata de un extraño caso que quedó publicado en el European Journal of Vascular and Endovascular Surgery. La paciente italiana fue diagnosticada con gangrena seca, pero no ha sido la única con este cuadro desde que comenzó la pandemia.
Un hombre, de 54 años, presentó daños en los tejidos y músculos que obligaron a amputar dos dedos de su mano. También padecía Covid-19 y estaba residenciado en California, Estados Unidos.
"Es importante tener en cuenta que el coronavirus es una enfermedad de múltiples sistemas", explicó el profesor Graham Cooke, que investiga el virus en Reino Unido.
Para Cooke, el coronavirus se diferencia de otras enfermedades virales por su alto poder coagulante. En el caso de la abuela italiana, el seguimiento médico arrojó varios comportamientos irregulares en su sistema circulatorio.
Una tormenta de citocina
El tema ha sido detectado por los médicos que siguen el avance del virus y su patrón en pacientes de diferentes edades.
Citado por Daily Mail, el profesor Roopen Arya, del King 's College de Londres, sostuvo en mayo pasado que al menos el 30% de los pacientes hospitalizados con coronavirus presentaban coágulos de sangre.
Los temores se enfocan en que el virus provoca problemas de circulación sanguínea, con el consiguiente riesgo de infecciones vasculares y respiratorias. La paciente presentó, según los expertos, una "tormenta de citocina".
La documentación científica precisa que las citocinas son moléculas que indican a las células inmunitarias que ataquen a las moléculas virales. Pero hay casos en que este comportamiento arroja error y las células inmunitarias también atacan al tejido sano.
Explicación científica
Este efecto coagulante que desata el virus ha provocado trombos que pueden ir al cerebro, al corazón o los pulmones. Parte de los protocolos que se siguen en todo el mundo involucran medicamentos anticoagulantes.
La paciente sufrió bajas de presión y presentó varios coágulos que bloquearon la irrigación sanguínea a sus dedos, lo que desató una trombosis intravascular en la zona.
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