Niño de 12 años casi muere luego de tragarse 54 imanes para ver si podía volverse magnético
Un niño de 12 años fue sometido a una cirugía que le salvó la vida después de tragarse deliberadamente 54 imanes de juguete como parte de un "experimento".
Rhiley Morrison, de Manchester (Inglaterra), se comió los imanes en dos ocasiones distintas para ver si lograba que los objetos metálicos se "pegaran" a su estómago; además de sentir curiosidad por saber cómo se verían cuando salieran, según informó RT.
Cuando las bolas de metal todavía no habían aparecido cuatro días después, el pequeño le dijo a su madre Paige Ward, de 30 años, que se había tragado dos "por accidente".
That's not how you become Magnetohttps://t.co/kIku2B1wtv
— 9GAG ❤️ Memeland (@9GAG) February 9, 2021
Los operaron para salvarle la vida
La madre llevó al niño de urgencia al hospital donde los médicos le realizaron una radiografía y se sorprendieron al descubrir 54 de los poderosos juguetes magnéticos en su estómago e intestino.
Paige dijo al periódico Daily Mail: “Me quedé atónita, me quedé sin palabras cuando escuché el número de imanes que se había tragado”.
Debido a las complicaciones relacionadas con la ingestión de los poderosos imanes, Rhiley estuvo 10 días sin poder moverse, pues cada vez que lo hacía vomitaba un líquido verde causado por una fuga intestinal.
Tampoco podía comer ni ir al baño, necesitaba ser alimentado por sonda y tuvieron que insertarle un catéter.
Los médicos temían que los imanes pudieran quemar el tejido o los órganos vitales del pequeño, por lo que tuvieron que operar de urgencia a Rhiley para poder extraer inmediatamente los objetos en un procedimiento quirúrgico que duró seis horas.
La madre del pequeño Rhiley espera poder compartir la historia con otras familias para evitar que experimenten esta situación y prevenir que los niños jueguen con imanes de juguete, pues en caso de ser ingeridos, pueden desgarrar órganos internos y provocar lesiones mortales.
“No quiero que otros niños o padres pasen por eso. Los imanes no son juguetes, no deben venderse como juguetes”, dijo Paige Ward. “Mi mensaje para otros padres es que simplemente los echen a la basura, no los compren en primer lugar”.
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