Un juez la declaró muerta en 2017 y está en la ruina mientras batalla para probar que está viva
En el poblado de Saint Joseph, en Francia, vive una mujer que legalmente está muerta. Se trata de Jeanne Pouchain, de 58 años, quien dice tener el estatus de fallecida desde el año 2017, lo que ha significado una verdadera pesadilla.
No puede usar su cuenta bancaria, su cédula fue desactivada, tampoco cuenta con seguro social y no puede ejercer ninguna actividad porque su nombre está en la lista de personas fallecidas.
Ni siquiera su esposo ni su hijo, quienes poseen cuentas bancarias compartidas con ella, pueden mover un euro. Dice que también tiene miedo de salir de su casa. Es más, ya le quitaron un carro por pagos que no hizo.
La mujer ha intentado de todo para recuperar su estatus de “viva”, pero no ha podido.
¿Cómo fue posible este enredo?
“Es una historia loca. No lo podía creer. Nunca pensé que un juez declararía muerto a alguien sin un certificado. Pero el demandante afirmó que la señora Pouchain estaba muerta, sin proporcionar ninguna prueba y todos la creyeron. Nadie lo comprobó”, dijo la abogada Sylvain Cormier, a la agencia AFP.
Todo comenzó en el año 2004 con una demanda entablada por un antiguo empleado de una empresa de limpieza que pertenecía a Pouchain. El trabajador reclamaba una indemnización por despido, al ser separado de la empresa.
En ese entonces la demanda del trabajador recayó en la empresa, y no en Pouchain como persona. En el 2009, el hombre insistió en reclamar cerca de 14 mil euros por daños, pero su pedido fue desestimado.
Se escondió para no pagar una deuda
Sin darse por vencido, y creyendo que Pouchain ya había muerto, en el año 2016 el extrabajador expuso su caso con el objetivo que el esposo o el hijo de Pouchain le paguen la indemnización.
Manifestó que había enviado varias comunicaciones a la señora Pouchain, pero nunca respondió. En 2017, creyendo en las suposiciones del demandante, una corte de Lyon estableció que estaba muerta.
“He dejado de existir”, dijo Pouchain. “No hago nada... Me siento en el balcón y escribo”. Para ella, la situación es “macabra”.
Su abogada sigue intentando “resucitarla”, pero como se trata de revocar la decisión de un juez, conseguirlo no ha sido fácil.
Del lado del demandante, sus abogados alegan que ella misma es culpable de estar “muerta” porque se escondió de su cliente durante años para no pagarle. Pouchain niega esos argumentos. La mujer consiguió hasta un informe médico que certifica que está viva.