Emergencia en Brasil por inminente llegada de gigantesca plaga de langostas
¿Qué pasó?
Se trata de la misma plaga de langostas que llegó a Argentina desde Paraguay y ahora, debido a la dirección del viento, estaría pronta a llegar a Brasil. Ante esta posibilidad, el gobierno de ese país ha decidido decretar un estado de emergencia sanitaria, para evitar el riesgo en las áreas productoras de los estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina.
Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, con la ordenanza -que durará 1 año- se busca implementar un plan para suprimir la plaga y adoptar medidas que impidan poner en peligro el cultivo en las zonas antes mencionadas.
Se aproxima a la frontera
La nube de langostas está actualmente a unos 250 kilómetros de la frontera entre Río Grande do Sul y Argentina. La preocupación de los agricultores es que esta plaga pueda dañar los cultivos y los pastos que están sembrados en la zona.
Se trata de 40 millones de langostas, las que conforman esta enorme plaga y, según consigna la Agencia Brasil, su alimentación podría variar entre hojas, cereales y diferentes pastos.
Durante su paso por Formosa y Chaco, en Argentina, la plaga no ha destruido el cultivo de caña de azúcar, yuca y maíz que posee la zona. Sin embargo, las autoridades brasileñas temen que se alimenten al llegar a suelo brasileño, porque el cultivo se asemeja más a la alimentación habitual de estos insectos.
Seguimiento en tiempo real
El Ministerio está siguiendo en tiempo real este fenómeno, pero según los expertos argentinos, existe mayor probabilidad de que los insectos vayan hacia Uruguay, pero todo dependerá de las temperaturas y la circulación de los vientos.
Según registros brasileños, este saltamontes ha estado presente en el país desde el siglo XIX, mientras que generó grandes pérdidas de los cultivos de arroz en la región sur del país durante los años 1930 y 1940. Desde entonces, han implementado un plan para mantener 'aislado’ los cultivos.
Esta plaga se ha desplazado ya a través de unos 1.000 kilómetros desde que ingresó a Argentina por la provincia de Formosa y tiene una capacidad para avanzar hasta 150 kilómetros diarios, situación que preocupa aún más a las autoridades.