Toyger: El gato creado en un laboratorio para verse como un tigre que cuesta hasta 5 mil dólares
¿Qué pasó?
Tener una mascota puede ser también un capricho lujoso para los más ricos. En los años 80, una mujer decidió perfeccionar el legado de su madre y diseñar una nueva raza de gatos en su laboratorio. Heredera de la creadora de los gatos Bengal, Judy Sugden le dio vida a su pequeña obra maestra: los toyger.
Para ello, Sugden viajó a la India en busca de un gato callejero que tuviera las marcas que necesitaba. Con ayuda de niños de Cachemira encontró a uno, lo llamó Jammu Blu y lo llevó a California, explicó a The New York Times.
Sugden, arquitecta de profesión, decidió construir un gato doméstico parecido a un tigre no solo por su pelaje naranja y negro. También “tendría orejas diminutas y redondas, una nariz ancha y una panza blanca como la de un tigre”.
El toyger promedio pesa 4,5 kilos y cuesta hasta 5 mil dólares en el exclusivo mercado de las mascotas de diseño.
Mascota con contrato
Su precio es similar al de un tigre de verdad en Estados Unidos, no solo por el costoso proceso de creación, sino también por su mantenimiento. Una prueba de ADN cuesta 85 dólares.
Si quiere clonarlo tendrá que pagar 25 mil dólares, como lo hizo un criador en conjunto con la Universidad de Stanford.
Quien compra un toyger muchas veces debe firmar un contrato con su criador. Debe castrarlo, no debe enviarlo a un refugio y hasta debe aceptar una “cláusula de devolución incondicional de por vida”.
Y aunque en 2007, la Asociación Internacional de Gatos (TICA) los declaró como una raza de gato para competencia, son ilegales en algunas ciudades de Estados Unidos como Nueva York.
Para Anthony Kao, un criador de toyger, la fascinación que desata este felino se basa en que “podemos satisfacer la curiosidad humana de lo exótico sin tener un exótico”.
Su creadora se defiende de los críticos comparando su obra con el cuadro más famoso de Leonardo da Vinci: “Hay mucha gente en este mundo a la que no le importa si hay un toyger (…). Pero a nadie le importaba si había una Mona Lisa hasta que tuvimos una Mona Lisa”.