La carta de despedida de los hijos de un médico muerto por COVID-19: "Te enviaron a la guerra sin fusil"

¿Qué pasó?

Vicente Sánchez, de 62 años, trabajó por más de 20 años como médico de Servicios de Asistencia Médica de Urgencias (SAMU) en Valencia, España. El 10 de marzo presentó los primeros síntomas por COVID-19 y murió un mes después. Sus dos hijos y esposa, también médicos, denuncian negligencia.

Su denuncia fue expuesta a través de una dolorosa carta de despedida, que los medios españoles han difundido y que se viralizó en las redes sociales. Vicente y Enrique Sánchez Cuchillo firman la carta, que también suscribe su madre, Enriqueta.

Vicente la leyó en un video para evitar que su padre sea más que “un simple número más en la estadística manipulada de fallecimientos”. Los familiares de Sánchez, que era cirujano y oftalmólogo, aseguran que las autoridades sanitarias de España le negaron la atención al galeno.

“No estoy bien”

Aseguran que una vez que manifestó los primeros síntomas solicitó ayuda de Salud Pública, pero allí descartaron su caso. Por ello, acudieron a su médico de cabecera, que los recomendó reposo y le dijo que en poco días debían ir a su casa para realizarle el test.

“Ingenuos nosotros, aún seguimos esperando a que vengan. Nadie llamó, nadie contactó, nadie vino”, dicen. Por ello, acudieron a una clínica privada, donde la prueba de coronavirus salió positiva.

“Tras días de lucha contra la enfermedad, ya era tarde, tus pulmones se agotaban, recuerdo esas últimas palabras que nos dijiste a través de una videollamada, casi sin aliento, pero intentando sacar una sonrisa, algo impensable en estos momentos: ‘No estoy bien… siento que me ahogo, ¿pero vosotros estáis bien verdad?”.

Lo ingresaron en la UCI, mientras lo entubaron sufrió dos paros cardíacos. Los superó, pero su estado empeoró con el pasar de los días. “Un electroencefalograma mostró que tu cerebro ya no presentaba actividad eléctrica”. Ese fue el fin.

“Una guerra sin fusil”

En su carta, denuncian la falta de equipos de protección con la que los médicos españoles enfrentan la pandemia.

“A ti no te proporcionaron la protección adecuada y tus compañeros siguen trabajando, luchando con escasos materiales, y una protección contra el virus muy deficiente, en muchos casos con donaciones de particulares, bolsas de basura, máscaras de buceo…”, dicen.

Creen que su papá cumplió todo el protocolo establecido, pero simplemente no hubo respuesta. “Papá, descansa tranquilo. Hiciste todo cuanto estaba en tu mano. Lo hiciste bien. Alertaste cuando notaste que algo no iba bien, y aun así no te hicieron caso. Ya te habían enviado a la guerra sin fusil”.

Ante su muerte, dicen sentirse desamparados. “Solamente –confiesan– tenemos fuerzas para luchar por ti. Papá, te mereces ser recordado”.