Científico italiano: "Véneto está controlando el coronavirus por no seguir a la OMS"
Apuntar a los pacientes asintomáticos fue la clave para que un pueblo al norte de Italia contuviera el avance del coronavirus. El uso obligatorio de mascarillas y someter a todos sus habitantes a las prueba del virus COVID-19 fueron las primeras medidas que las autoridades sanitarias tomaron.
Detrás de esta estrategia, que contradecía por completo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), está Sergio Romagnani, de 81 años, profesor emérito de la Universidad de Florencia y unos de los científicos más renombrados de Italia en el área de inmunología.
En una entrevista, al diario español El Confidencial, el experto calificó como “desastrosa” la actuación de la OMS ante la pandemia.
Cree que “fundamentalmente han fallado porque son burócratas que han hecho carrera dentro de oficinas, pero no han vivido la experiencia de campo, no han estado ni en los laboratorios manejando virus”.
El problema, advierte, es que “los políticos se han dejado aconsejar por burócratas, en lugar de por expertos”.
Experiencia exitosa
Por ello, no duda en afirmar que “al final, Véneto está controlando el coronavirus por no seguir a la OMS”.
En esta región del norte italiano se ubica Vó, el pueblo que aplicó el test a sus 3.500 residentes y aisló todos los positivos, incluyendo los asintomáticos.
“Un total de 58 personas dieron positivo en los test realizados entre el 22 y el 25 de febrero y, de todos ellos, 33 eran totalmente asintomáticos”, detalló.
“Lo más interesante de todo –agregó– es que cuando los contagiados asintomáticos fueron aislados en Vò, el porcentaje de enfermos disminuyó de golpe del 3,2% al 0,3%. ¡Más de 10 veces!”.
Cadena de errores
Según Romagnani, desestimar el rol de las mascarillas como mecanismo de prevención y ordenar solo hacer test a personas con síntomas son los mayores errores que la OMS cometió al inicio del brote del virus COVID-19.
“Eso ha sido un error enorme. ¡Enorme! Las mascarillas es obvio que no dan una protección al 100%, pero si las lleva todo el mundo baja muchísimo el riesgo de contagio”, aseveró.
Como anécdota, recuerda que los médicos enviados por China se sorprendieron al ver que en Véneto era obligatorio usarlas. “Ellos es verdad que están acostumbrados a llevarlas por la contaminación, etcétera, pero no se podían creer que en Italia las autoridades recomendaban lo contrario”, señaló.
Sabe que realizarle la prueba a todo un país es imposible, por ello recomienda “empezar con las categorías que pueden ser vector de contagio por el trabajo que desarrollan”.
En este grupo incluye a médicos, enfermeros, personal sanitario, trabajadores de supermercados, agentes de policía y farmacéuticos. “A esos –sentenció– hay que hacerles test a todos”.
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