"Coronafe": Iglesias evangélicas en Brasil siguen dando misas para 10 mil personas
¿Qué pasó?
Hace poco menos de un mes, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, prohibió las reuniones masivas y conglomeraciones, en pos de evitar la propagación del coronavirus en el país. Pero, a pesar de las medidas de confinamiento, la nación registra 25 mil 758 contagiados y 1.557 fallecidos por la misma causa.
Un foco de infección que preocupa al gobierno brasileño son las mega iglesias evangélicas, que hasta ahora no han detenido su programación, a pesar de que la pandemia sigue avanzando no solo en el país, sino también en el mundo entero.
La Universal del Reino de Dios de Edir Macedo, la Asamblea de la Victoria de Dios en Cristo de Silas Malafaia y La Iglesia Mundial del Poder de Dios de Valdemiro Santiago, todas con miles de templos en todo el país, y cuyas sedes tienen capacidad para 10.000, 6.000 y 15.000 personas respectivamente, permanecen abiertas y recibiendo miles de personas todos los días.
Misas en contra de las recomendaciones sanitarias
El ministerio de salud de Brasil recomendó a los religiosos a suspender, mientras se controle el Covid-19, los cultos y las misas para evitar conglomeraciones. Sin embargo, fue una recomendación y no una orden oficial.
Ante el desacato, Bolsonaro tuvo que pronunciarse y modificar el decreto de pandemia, donde incluyó estos eventos en la lista de actividades prohibidas durante el estado de calamidad pública. A pesar de esto, nada ha cambiado para los evangélicos.
El pastor y líder de la Asamblea Pentecostal de la Victoria de Dios en Cristo, Silas Malafaia, ha dicho a través de sus redes sociales que no cerrará las iglesia a menos que lo ordene un tribunal.
Asimismo, alentó a sus fieles a "no tener miedo", al tiempo que llamó a los líderes evangélicos que critican su resistencia como "profetas del caos".
Por su parte, un empleado del “Mundo del Poder de Dios”, dijo a medios locales que la iglesia seguía con su programación normal y que "cualquier persona que tenga fe en Dios está protegida".
Descontrol en Brasil
El pasado 13 de marzo, el gobernador de São Paulo, João Doria, decretó la suspensión de eventos con más de 500 personas, esto para frenar la cifras de contagios en la entidad. Sin embargo, el Templo de Salomón hizo caso omiso e igual convocó a sus fieles a orar.
Según el obispo Edir Macedo el coronavirus solo afecta a aquellos que no tienen fe. "Debe tener el antídoto que se llama coronafe", dijo el líder universal en un vídeo de Instagram, donde explica que el coronafe "es esa confianza, esa certeza de que Dios está con usted y que nunca, nunca, nunca le fallará a aquellas personas que han creído en él, que han depositado su fe en él. La coronafe es solo para aquellos que creen con todas sus fuerzas...", dijo.
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