Joven rapero pagó para matar y cobrar seguro de vida de su madre en Estados Unidos
En ocasiones tenemos al enemigo al lado, incluso más cerca de lo que parece. Y podría tratarse de personas muy próximas a nuestro entorno y a hasta de familiares.
Un caso extremo de esto, el cual pudiera ser hasta calificado de aberrante, fue lo ocurrido en Chicago, Estados Unidos, hace 8 años cuando un joven pagó para que asesinaran a su madre y así cobrar el seguro de vida y hacerse rico, además de famoso.
¿Cómo fue el asesinato?
Wilson no quería hacer el "trabajo" sucio por su cuenta, por lo que contrató a Eugene Spencer, sicario encargado de asesinar a la madre de 45 años de edad, en el 2012 mientras se encontraba en su departamento en compañía de su pareja.
La mujer murió a causa de las heridas propinadas por un arma de fuego y un arma blanca. Su novio salió ileso y fue quien, posteriormente, reconoció a Spencer ante las autoridades policiales.
Una vez cometido el crimen, el joven cobró el seguro y la herencia de su madre: un total de 90.000 dólares, más de 70 millones de pesos, aproximadamente.
Pero, ¿qué motivo al hombre a planificar tan cruel delito?
Qaw’mane Wilson quería ser famoso a toda costa y si era necesario matar a su madre, lo haría, todo por cumplir su cometido: vivir una vida de lujos y adjudicarse seguidores.
De acuerdo, al The Washington Post, el joven quería jactarse de una riqueza que no ostentaba: carros marcas, ropa de diseñadores, joyas de oro. Vivir la vida de como cualquier estrella. Y después de la muerte de su progenitora, lo hizo. De hecho, hasta cambió su nombre a Young QC.
Desde una colección de zapatillas hasta cadenas de oro o caros muñecos, fueron adquiridos por el rapero, quien también cumplió su sueño de grabar un video musical y lo subió a YouTube, donde también emitía su propio programa. Además, 8 meses después del asesinato de su madre lanzó billetes de dólares por las calles de Chicago a sus seguidores.
La sentencia
La felicidad de la que se hizo acreedor Wilson le duró poco. Un año después del cruel hecho, el joven fue apresado por el cargo de asesinato.
Pasado 8 años, finalmente la sentencia contra Wilson se dictó: 99 años de prisión por asesinato en primer grado. Mientras que su cómplice, el autor material del hecho, Eugene Spencer, fue condenado a 100 años.
Después de hacerse justicia, sólo queda la resignación. "Después de todo esto, todavía no entendemos por qué lo hizo (...). Estamos felices de tener esto terminado", dijo una de las hermanas de la fallecida.
Por su parte, antes de retirarse de la audiencia expresó: "Solo quiero decir que nadie la quería más que yo. Era todo lo que tenía. Eso es todo".
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