Muerte de "Popeye": Expresidente de Colombia se sincera sobre el sicario que lo secuestró
A los 58 años murió de cáncer al esofago Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, excolaborador de Pablo Escobar y Los Extraditables, conocido por los cientos de asesinatos que cometió como sicario.
La mano derecha del jefe del cartel de Medellín también fue parte de secuestros, uno de los más importantes fue el de Andrés Pastrana, expresidente de Colombia.
En 1988, se realizó el crimen, que según explicó él, fue encargado a Popeye, luego de que el cartel de Bogotá fallara. Estuvo retenido durante ocho días para presionar al gobierno colombiano para que aboliera la extradición.
Luego de 24 años desde el suceso, en 2013, Pastrana visitó a Velásquez en una cárcel colombiana para hacerle una entrevista en la cual su secuestrador se disculpó por el daño que ocasionó a él y a su familia.
"Yo creo que hubo de verdad un real perdón, así lo entendí, así lo perdoné", según señaló en una entrevista.
Previo a la caída del capo colombiano en 1991, Popeye ya había sido condenado a distintos delitos, cumpliendo una condena de 23 años y tres meses en la cárcel, siendo liberado en el año 2014. Al poco tiempo, comenzó a participar en redes sociales y creó el canal de Youtube, "Popeye arrepentido".
Pastrana explicó que es uno de los pocos sobrevivientes a secuestros por parte de Popeye, junto con Francisco Santos, otro expresidente de Colombia.
"Popeye es el peor sicario, que yo creo que ha tenido Colombia. Él mismo confesó más de 400 asesinatos directos y más de 1500 indirectos", mencionó Pastrana.
Junto con esto, explicó que no cree que el excolaborador de Escobar se arrepintiera de los crímenes porque en 2018, nuevamente fue encarcelado bajo los cargos de extorsión y concierto para delinquir.
El exmandatario hizo énfasis en el daño que causó el narco colombiano, Pablo Escobar y Los Extraditables, particularmente en la juventud de la época de los años 80 y 90.
"Contrataba a los niños de entre 15 y 18 años para ir a asesinar a los líderes, policía, ejército, a los jueces, a los periodista y ese fue, posiblemente, el daño más grande que se hizo a una generación. Cuando el narcotráfico se compraba precisamente a estos jóvenes para que fueran a asesinar".
