SpaceX hace explotar uno de sus cohetes a pocos minutos del despegue
Un logro para la NASA y para el rubro de la astronomía se produjo luego que la compañía privada SpaceX lograra simular con éxito la expulsión de emergencia de astronautas de un cohete durante una situación de emergencia.
La empresa fundada por Elon Musk realizó la prueba sin personas a bordo y utilizando una nave modelo Falcon 9, al cual se le adjuntó en la parte superior de la nueva cápsula Crew Dragon.
El lanzamiento comenzó a las 10:30 horas locales del pasado domingo en el Centro Espacial Kennedy en Florida, Estados Unidos, y era esencial medir la capacidad del cohete para permitir el escape de los tripulantes en caso de alguna falla irreparable durante el vuelo.
El cohete fue programado para funcionar como si estuviera lanzando la cápsula en órbita. Solo un minuto y 24 segundos después del despegue, a una altitud de aproximadamente 20 kilómetros sobre el Atlántico y a una velocidad de 1.500km/h, se activó una secuencia de abandono para simular una irregularidad.
La nave espacial encendió sus propulsores SuperDraco, alejándose del cohete. Poco después del desprendimiento, el cohete se desintegró en una bola de fuego, tal como estaba previsto que sucediera.
En una misión tripulada, la operación está diseñada para rescatar a los astronautas del cohete si tiene un problema en el ascenso o por si se desvía de su ruta.
“Hasta donde podemos ver por el momento, fue una misión perfecta”, dijo el fundador de SpaceX, Elon Musk.
Esta es la última prueba importante que se hace antes de enviar astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional. El análisis de la cápsula y la información de vuelo confirmarán si todo salió correctamente y si el vehículo se considera confiable para transportar astronautas.
El favorable resultado de la arriesgada prueba fue una buena noticia tanto para SpaceX como para la NASA, que necesita certificar con urgencia un vehículo para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) este año.
El administrador de la NASA, Jim Bridenstine dijo que “según todos los informes, esta fue una prueba muy exitosa”.
Luego del aterrizaje, los cuatro paracaídas de la cápsula se abrieron para frenar la caída libre y aterrizar en el Atlántico, donde los equipos de rescate habían sido posicionados previamente. A nueve minutos del despegue, Crew Dragon cayó sin daños aparentes.
El primer vuelo tripulado de la cápsula podría, eventualmente, ocurrir en el segundo trimestre. Un evento que marcaría la primera vez en nueve años que los estadounidenses viajen al espacio a bordo de un cohete estadounidense, en lugar de uno ruso, ya que desde el 2011 que Estados Unidos ha tenido que depender de los cohetes marca Soyuz, debido a que son los únicos capaces de transportar astronautas a la estación espacial, luego de que Estados Unidos retirara su flota de transbordadores espaciales.
Los astronautas estadounidenses que serán pasajeros del primer vuelo tripulado de SpaceX serán Doug Hurley y Bob Behnken.
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