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¿Lo harías? Padres sacaron a sus hijos de la escuela por un año y los llevaron a viajar por el mundo

  • Por Meganoticias

Planificar un viaje toma tiempo, dinero y esfuerzo. Mucho más si se trata de 12 meses visitando 30 países del mundo, junto a tres niños que dependen completamente de ti. Este fue el caso del colombiano Julián Mejía, quien se “lanzó a la aventura” junto a su familia, sin pensarlo dos veces.

Fue durante un vuelo de seis horas -desde Bogotá a Buenos Aires- que Julián pensó en la posibilidad de emprender este largo viaje junto a su esposa Lupe, una peruana que conoció en Alemania mientras hacía una especialización, y sus tres hijos: Luciana (13), José Manuel (12) y Nicolás (11). La única traba que existían era la escuela de los menores.

“¿Y qué puede pasar si pierden un año? –se preguntó Julián–. Yo perdí uno por vago y no pasó nada. La idea le quedó dando vueltas en la cabeza hasta que, al llegar a la capital argentina, llamó a Lupe por teléfono y le preguntó: “¿Qué vas a hacer del 5 de julio de 2018 al 5 de julio de 2019?”. Ella de inmediato entendió la propuesta de su esposo. 

Comenzó la aventura familiar

En solo seis meses, Lupe se dedicó a organizar y tramitar todos los papeles que necesitaban para el viaje, además de comprar seguros de viaje para los cinco y prepararse para ser “profesora” de sus pequeños. La idea de los padres era visitar países con cultura e historia para brindarles educación “de calidad” a sus hijos. Así consignó el portal Semana.

El 5 de julio de 2018 la familia tomó el vuelo Medellín-Nueva York, donde se quedaron 12 días. A partir de ahí comenzaron su viaje en orden: España, Portugal, Francia, Suiza, Italia, el Vaticano, Grecia, Turquía, Israel, Palestina, Jordania, Egipto, Kenia, Tanzania, Emiratos Árabes, India, Nepal, Tailandia, Myanmar, Camboya, Singapur, Vietnam, China, Rusia, Polonia, Tasmania, Alemania, Francia, Países Bajos y Estados Unidos. Un año después, el 13 de julio, tras visitar 30 países, estaban de vuelta en Colombia retomando su vida habitual.

Durante esa travesía de un año, la familia colombiana tomó aviones, alquilaron autos, viajaron en tren, montaron en bicicleta e incluso navegaron y vivieron en un bote por una semana. Un largo viaje en el que los niños también tuvieron la oportunidad de aprender muchísimo.

Recorrido por el mundo: Un gran aprendizaje

Uno de los lugares que más les enseñó fue su estadía en Israel y Palestina, donde pudieron ver la realidad de cada país. Tenían amigos de cada lado del muro. “Los niños vieron cómo vivía cada uno de ellos y nos preguntaron: ‘pero si todos son buenos, ¿por qué pelean?’”.

En Tanzania, José Manuel, el más social de los tres, entabló amistad con unos masáis, miembros de esa tribu nómada que le enseñó otras maneras de ver el mundo. Luego, pudieron ver el contraste entre la riqueza de Emiratos Árabes y la pobreza de la India. 

En cuanto a su país preferido, todos coincidieron en Tailandia por sus similitudes con Colombia. “La belleza natural, el colorido, la riqueza gastronómica”, dice Lupe. Además de que fue uno de los menos costosos.

Así fueron recorriendo el mundo y como destino final eligieron Miami, donde quisieron relajarse para volver a la rutina.

El diario de una familia viajera

Según los padres, durante el viaje siempre hubo un espacio académico para todas las materias, no lo dictaba un plan de estudios sino el país donde estaban. Al final de cada día los niños escribían un diario contando lo que habían aprendido y lo que habían conocido. Luciana llegó con ocho cuadernos completos de esta maravillosa experiencia que jamás podrán olvidar.

Tras la travesía, Julián siente que la experiencia de estudiar viajando superó la de hacerlo en un aula; aunque aclara que si a sus hijos les hacen un examen de ese año, ellos no lo pasarían. “Pero en diez años, cuando les pregunten a los niños que se quedaron en el colegio y a nuestros hijos cómo ven el mundo, la respuesta de ambos grupos será muy diferente”, dice para el portal Semana.

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