Estos presos musulmanes tuvieron una comida especial por Año Nuevo
Para hacer la diferencia en un lugar normalmente penoso, un cocinero profesional junto a la ayuda de 30 reclusos se propuso hacer una cena de Año Nuevo respetuosa de las creencias religiosas de cada uno.
Esto sucedió en el penal de Zuera, en España, donde existen detenidos de religión musulmana que no pueden comer cerdo y tienen costumbres alimenticias propias que no siempre pueden disfrutar.
Para estas pasadas navidades, el penal decidió hacer un alto y brindar la oportunidad de que el personal que cumple condena comparta una cena como las de puertas afuera.
El cocinero es el chef que atiende al personal administrativo de la cárcel. En total, hay 1.300 presos en la cárcel de Zuera, en la provincia de Zaragoza.
Este centro penitenciario es de régimen mixto y se inauguró en 2001 como una macro cárcel en España, con una capacidad para 1.800 presos. Como es sabido, estas fechas no son celebradas por esta religión, pero por tradición y para no excluirlos del resto, se logró hacer la comida para todos sin distinción de credos.
La cena del pasado martes se hizo a las 8:30 de la noche con pescados y ternera. En el menú se incluyeron revueltos de setas, además de cerdo (para los cristianos) y chuletas de pavo al ajillo con papas (para los musulmanes).
Adicionalmente se les llevaron uvas, refrescos, algunos dulces y café.
Según fuentes penitenciarias citadas por el medio infoprisiones, los ayudantes del chef son presos con buena conducta no sometidos a régimen especial que luego de varias pruebas asumen el trabajo que, además, es recompensado con salario y seguro social. Estos reclusos pueden llegar a ganar entre 200 y 500 euros mensuales.
“Lo mejor es como el chef enseña y coordina tareas, pero el trabajo lo emprenden los internos”, dijeron las fuentes. En total, se prepararon 1.300 comidas y cenas.
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