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¿Es posible combatir el cambio climático dejando de consumir carne?

  • Por Javiera Rodríguez Tejeda

Los incendios que afectaron a la selva amazónica abrieron el debate sobre el consumo de carne, esto porque el principal causante del desastre es la deforestación por la ganadería y las plantaciones de soya para alimentar al ganado. 

Cabe destacar que esta no es la única razón por la que la producción pecuaria es dañina para el medio ambiente, sino que además emite dióxido de carbono (CO2) producido por la deforestación y la degradación de los pastizales.

Respecto a este tema se han debatido diversas posturas, que van desde dejar de consumir carne en su totalidad, hasta que como ciudadanos comunes no podemos hacerle frente a una industria tan grande como la ganadera.

 Agencia Uno

Impacto de la carne

Antes que todo, hay que tener en cuenta que el 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son producidos por la agricultura, la silvicultura y otros usos humanos de la tierra, según un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), quienes trabajan para Naciones Unidas (ONU).

Cabe destacar que cifras del Citepa (Centro técnico de estudios de la contaminación atmosférica) indican que sólo el 14% de los GEI provienen del ganado. Sin embargo, la ONU sostuvo que la producción de carne, mediante la ganadería intensiva, tiene un mayor impacto medioambiental que la de los vegetales, es por esto que realizaron un llamado a cambiar los hábitos alimenticios y modificar el cultivo de los suelos.

Este llamado ya lo había realizado Greenpeace, organización que afirmó que es necesario reducir su consumo en un 50% de aquí al 2050. 

Respecto a este punto, Mauricio Ceballos, vocero del área de campañas de Greenpeace Chile, señaló a Meganoticias.cl que lograr este objetivo "es posible siempre y cuando estemos poniendo el foco y el objetivo en esa meta de disminuir el consumo de carne".

"Cada vez se están cuestionando más personas respecto a lo que significa el consumo de carne, por lo que no descartaría que esa meta al 2050 se pudiera alcanzar", agregó.

AFP

Sobreproducción

Quienes tienen la posición que como ciudadanos no podemos hacer frente a la industria ganadera, afirman que dejar de comer carne es utópico y que uno de los principales problemas en esta materia es la sobreproducción.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción pecuaria sostiene la seguridad alimentaria de más de 1.300 millones de personas y en muchos países es una actividad base o de reserva de riqueza, es decir es una industria gigantesca.

Por otro lado, la FAO reveló que en el año 2016, a nivel mundial, entre 1/3 y un 1/4 de la comida producida para consumo humano termina en la basura, esto equivale a 1.300 toneladas, de ellas el 20% corresponde a carnes. Sin embargo, esto no ha generado que disminuya la producción.

El artículo "Revisión del mercado de la carne: descripción general de la evolución del mercado mundial de la carne en 2018", indica que entre 2017 y 2018 aumentó en 1,2% la producción, y que las exportaciones aumentaron en un 2,9%.

Twitter FAO Américas

¿Dejar la carne soluciona el problema?

Pensando en todos estos datos surge la pregunta de si los ciudadanos comunes podemos hacerle frente a esta gran industria.

Mauricio Ceballos aseguró que sí podemos hacerlo y que sólo se trata "de cuestionarnos nuestros hábitos de consumo día a día, y darnos cuenta de la gran variedad de alimentos que podemos ingerir sin necesariamente tener una porción de carne en nuestro plato, y teniendo todas las proteínas al alcance. Eso va a tener un efecto inmediato y bastante positivo sobre el medio ambiente".

Sin embargo, Carolyn Opio, oficial de Políticas Ganaderas de la FAO, indicó que la solución no sólo está en el consumidor. "Los enfoques del lado de la demanda a nivel de consumo son necesarios pero no suficientes para abordar los problemas de sostenibilidad en el sector ganadero", precisó.

"Desde una perspectiva de emisiones, los enfoques del lado de la oferta centrados solo en la reducción de emisiones son inadecuados si descuidamos las soluciones que pueden contribuir a la captura de carbono. Por lo tanto, también debemos centrarnos en dónde puede y debe ir el carbono", recalcó en conversación con Meganoticias.

Además, aseguró que: "Mantener la productividad agrícola mientras se reducen los GEI es una propuesta difícil, pero desde FAO hemos visto que sí es posible: de hecho, países como Ecuador o Uruguay muestran la factibilidad de avanzar hacia una transformación del sector ganadero. La implementación de medidas como el aumento de la cobertura boscosa en los campos ganaderos, el mejoramiento en los pastos y en nuevas formas de la alimentación son acciones factibles y necesarias que el sector ganadero puede implementar para reducir sus emisiones de GEI".

AFP

"Producir carne sirve para combatir el cambio climático"

Luego del informe de la ONU que llamaba a reducir el consumo de carne, el presidente de la Sociedad agrícola y ganadera de Osorno (SAGO), Christian Arntz, sostuvo en un comunicado que: "cuando el pastoreo se gestiona adecuadamente, producir carne de vacuno sirve para combatir el cambio climático".

Estas declaraciones surgen a raíz del "secuestro de CO2", es decir que el suelo atrape los GEI, por lo que preferir productos ganaderos que garanticen que se utilizó esta técnica podría ser una opción para cuidar el medio ambiente.

Sin embargo, debido a los nuevos usos del suelo, éste está dejando de ser el gran sumidero de CO2 que mitigaba el impacto del cambio climático.

"El debate continuo sobre su efectividad refleja la complejidad y la cantidad de investigación que aún queda por hacer. Si bien el potencial teórico es enorme, el desafío sigue siendo que no hay datos concretos. Sin embargo, existe un fuerte consenso de que una mejor gestión de la tierra y prácticas agrícolas pueden mejorar la capacidad de los suelos para almacenar carbono y ayudar a combatir el calentamiento global", explicó Opio.

En ese sentido precisó que: "Los enfoques de gestión que aumentan la cantidad de carbono almacenado en los suelos podrían compensar algunas de las emisiones de metano y óxido nitroso del ganado. Sin embargo, los montos, las tasas y la naturaleza de estos beneficios siguen siendo inciertos".

¿Qué puedo hacer si no quiero dejar de comer carne?

Si no se quiere sacar la carne de la dieta, reducir su consumo también puede ser una opción para cuidar el medio ambiente.

"Las cuantificaciones que hizo el panel intergubernamental del cambio climático sobre el uso de la tierra, llegó a la conclusión de que una disminución considerable del consumo de carne puede tener mejores beneficios que necesariamente eliminarla completamente de la dieta, por lo cual esto pareciera la mejor opción, pero de todas manera cualquier reducción en la cantidad de carne es un beneficio", explicó Ceballos.

Además de lo anterior, indicó que es importante considerar de dónde provienen los productos ganaderos y cómo son.

"La mejor opción es poder elegir carne que provenga de lugares que no hayan sido recientemente deforestados, y siempre la mejor opción va a ser la que se pueda adquirir lo más cercano al lugar de consumo. La producción campesina tiene muchas mayores ventajas respecto a la producción industrializada, puesto en que muchos casos se hace un uso de suelo mixto, es decir, que los propios espacios donde se crían los animales tienen otros usos, a veces también tienen una superficie de bosque mínima, con lo cual se está aprovechando de mejor manera el espacio y con ello se está cuidando a la flora", sostuvo.

En ese sentido Carolyn Opio detalló cuatro áreas en las que los ciudadanos pueden contribuir:

  1. "Ayudar a impulsar el cambio en la forma en que los productos ganaderos se producen a través de sus decisiones de consumo, eligiendo de manera informada productos elaborados de forma sustentable, con técnicas ganaderas que cuiden los suelos, reduzcan las emisiones de gases y aumenten la productividad".
  2. "Los consumidores pueden desempeñar un papel vital ejerciendo incidencia al sector para que sus productos tengan etiqueta ecológica".
  3. "Los ciudadanos pueden cambiar sus hábitos alimenticios al consumir dietas saludables con una cantidad moderada de productos ganaderos, y diversificando sus opciones proteicas para tener una dieta balanceada".
  4. "Las personas pueden reducir su desperdicio de alimentos".