"No puedes seguir viviendo dos vidas": Mujer trans busca hacer historia en EEUU
Seis años atrás, Aimee Stephens perdió su trabajo en una funeraria estadounidense. Fue despedida cuando decidió asumir su identidad trans en el trabajo.
Stephens, de 58 años, nació varón pero dice que desde los 5 comenzó a sentir un conflicto con su identidad masculina.
Sin embargo, siguió adelante con su vida como un hombre, se casó con una mujer y trabajaba como director de una empresa fúnebre.
En 2010, en medio de una depresión, le confesó a su esposa su conflicto y ella aceptó su identidad femenina.
"No puedes seguir viviendo dos vidas. No es saludable", dice Aimee Stephens.
Comenzó a vestirse como mujer en su casa y para algunas salidas. Finalmente, se animó a solicitar a su empleador un uniforme femenino.
"Básicamente me entregó una carta de despido y me ofreció dinero que suponía era una buena cifra para mantener la boca cerrada. Y básicamente renunciar a cualquier derecho que pueda o no tener", añade.
Stephens llevó su caso a la justicia, pero un tribunal inferior se puso del lado de la funeraria.
Luego, la corte federal de apelaciones dictaminó que su despido era una forma de discriminación sexual.
Tras una nueva apelación, ahora el caso está en la Corte Suprema, un tribunal con tendencia conservadora que debe determinar si la ley que prohíbe la discriminación sexual en el ámbito laboral protege también a las personas transgénero.
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