Eructos de vacas provocarían el 20% de las emisiones de gases invernadero
¿Qué pasó?
Habitualmente se dice que las emisiones de las vacas son una de las principales causas del cambio climático. En Argentina, una de las mayores potencias ganaderas del mundo, hay todo un debate en torno a la contaminación que generan.
Según el inventario que realizó en 2017 la Secretaría de Ambiente, el gas metano que liberan las flatulencias de las vacas, representan alrededor del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Y si a eso se suma los residuos, la deforestación para plantar pasto o el procesamiento de carne, las emisiones totales suben a un 35%. Un porcentaje que supera lo que emiten los autos y las industrias.
La ganadería en Argentina generó el año 2018 ingresos por más de 2 mil millones de dólares solo en exportaciones, lo que muestra lo difícil que sería modificar un negocio que le genera beneficios a la economía del país.
¿Qué dicen los científicos?
Desde la ciencia están tratando de tomar medidas para reducir la huella ecológica de la ganadería. Ese trabajo está enfocado en estudiar cómo se puede cambiar la dieta de las vacas, y la gestión de los residuos.
Expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuario, adaptaron equipos industriales portátiles que controlan las pérdidas de gas metano, para ponerlos en uno de los compartimentos del aparato digestivo de las vacas, y así ir calculando durante un mes los gases que generan.
Se estima que al día expulsan unos 200 gramos de metano. Ese gas es peligroso porque un kilogramo de metano que se libera a la atmósfera, equivale al mismo potencial de calentamiento que 25 kilogramos de Dióxido de Carbono.
Los resultados preliminares de la investigación que están haciendo, muestra además que las dietas con grano, producen menor cantidad de metano. Los animales que crían en establecimientos de engorde a corral, contaminan menos por cantidad de kilo de carne producida que los de ganadería extensiva.
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