Madre con muerte cerebral desde hace cuatro meses da luz a su bebé
¿Qué pasó?
Como un caso "milagroso" ha calificado la comunidad científica el nacimiento de una bebé en República Checa. La niña, bautizada como Eliska nació sana luego de permanecer durante cuatro meses en el vientre de su madre, quien era mantenida viva con un respirador tras sufrir un accidente cerebro-vascular que la dejó con muerte cerebral.
La historia
Tenía sólo 15 semanas y pesaba 250 gramos cuando su madre en forma imprevista sufrió un derrame y quedó con muerte cerebral. Los médicos del hospital facultativo de Brno hicieron una tarea titánica para mantenerlas a ambas artificialmente con vida, es decir, su respiración y funciones vitales para hacer viable el embarazo.
Un arduo trabajo que se extendió por 117 días en los que el equipo médico y la familia simularon condiciones normales para el desarrollo del embarazo. Le colocaban canciones a la madre, le hacían masajes, le acercaban animales de peluche, las enfermeras le hablaban a la guagua en el vientre, y hasta su abuela le leía cuentos. Incluso, una máquina simulaba que la madre caminaba para crear sensación de movimiento, para que la guagua tuviera en todo momento sensación de que todo era normal.
Cuando ya habían pasado 4 meses, los especialistas decidieron que la pequeña naciera mediante una cesárea.
Una historia llena de esperanza
Afortunadamente, la operación fue exitosa. La pequeña nació sana, pesó 2,130 kilos y midió 42 centímetros. Mientras tanto, su madre Eva, de 27 años, murió luego que le desconectaran en presencia de su familia los sistemas de soporte.
En definitiva, los especialistas buscaron alargar la vida de la mujer por un tiempo récord con el objetivo de salvar a su hija y así lo hicieron.
"Este caso es muy raro y entrará en los anales de la medicina mundial. Además confirma la gran fuerza de la vida humana naciente", declaró Pavel Ventruba, jefe del Departamento de Ginecología y Maternidad del hospital.
La pequeña está ahora al cuidado de su padre, un policía que trabaja en la localidad de Trebic, al sureste del país. Este caso generó tanto impacto en la República Checa que la comunidad recaudó fondos para apoyarlo.
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