Las claves para entender la crisis política en Italia
¿Qué pasó?
En los últimos 10 años, Italia ha tenido seis primeros ministros en un escenario de incertidumbre constante. El último de ellos, Giuseppe Conte, presentó su renuncia este martes tras 14 meses en el poder. Un hecho que tiene su explicación más inmediata en el quiebre de la coalición de gobierno, entre el partido de extrema derecha Liga y el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E). Pero hay otros factores hay que tomar en cuenta para entender este complejo panorama.
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— Giuseppe Conte (@GiuseppeConteIT) August 20, 2019
Una alianza atípica
En un sistema parlamentario como el italiano, las elecciones generales de 2018 dejaron una alta fragmentación, que obligó a los partidos políticos a aliarse para lograr una mayoría que permitiera formar gobierno. En ese contexto, la ultraderechista “Liga” formó una coalición con el Movimiento 5 Estrellas, unidos por su rechazo a las fuerzas políticas tradicionales y un fuerte euroescepticismo. Pero más allá de esos puntos en común, se trataba de una alianza inédita que la mayoría observó con extrañeza, debido a las diferencias irreconciliables entre ambos respecto a materias económicas, inmigración y obras públicas.
Al momento de definir quién sería el primer ministro, los líderes de ambos partidos escogieron a Giuseppe Conte, un abogado poco conocido, sin experiencia política, que consideraron que podría actuar como una figura neutral y de consenso entre esas dos fuerzas dispares.
Sin embargo, el vicepresidente, ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, pronto comenzaría a tomar las riendas del poder y acaparó el protagonismo del Ejecutivo. Ese fue un aspecto que Giuseppe Conte mencionó antes de presentar su renuncia. “En muchas ocasiones invadió el campo de otros ministros, los criticó y quebró la unión del equipo de gobierno”, aseguró.
Divisiones internas y un objetivo electoral
Las diferencias terminaron por estallar después de que el M5E bloqueara el proyecto de un tren de alta velocidad entre Turín y Lyon, por el que la Liga había votado a favor.
Eso fue aprovechado por Salvini, quien el 8 de agosto dio por rota la coalición y evidenció cuál era su objetivo: Forzar la caída del gobierno para adelantar las elecciones, y así convertirse en primer ministro. El ultraderechista ha cultivado apoyo entre el electorado gracias a su política contra la inmigración ilegal. Los sondeos le dan un 38% de respaldo, y en las elecciones europeas de mayo, su partido fue el más votado del país con un 34%.
Sin embargo, la jugada de Salvini fue más riesgosa de lo que imaginó. Intentó impulsar una moción de censura para destituir a Conte, quien finalmente evitó ese mecanismo al presentar su renuncia, acusando al líder de la Liga de gatillar una crisis política por intereses personales.
De esta forma, el destino de Italia queda en manos del presidente Sergio Mattarella, quien este miércoles debe iniciar una ronda de contactos con los principales partidos durante dos días, con el fin de intentar formar mayoría para un nuevo Gobierno.
¿Qué viene ahora?
Una posibilidad es que se forme una alianza entre el M5E y el Partido Democrático, de centro izquierda, que tiene como uno de sus máximos referentes al exprimer ministro Matteo Renzi. Esta es una opción que está ganando fuerza: si bien tienen diferencias y fueron enemigos acérrimos, actualmente los une el objetivo de frenar a Salvini e impedir unas elecciones adelantadas en las que ninguno de esos partidos obtendría buenos resultados.
Otra opción sería reeditar la coalición entre la Liga y el M5E. Si bien Matteo Salvini fue quien rompió la alianza, ahora cambió el tono y dice estar dispuesto a recomponer las relaciones. No obstante, el líder del M5E, Luigi Di Maio, señaló que las confianzas están quebradas. A eso hay que agregar que Sergio Mattarella ve con desconfianza a Salvini y la mayoría de los partidos no quiere volver a las urnas.
Si no se logra armar una mayoría, al presidente no le quedará otra que llamar a nuevas elecciones, las que se realizarían entre fines de octubre y principios de noviembre, cumpliendo el anhelo de Salvini. En ese caso, lo más probable es que Mattarella designe un gobierno tecnócrata de corta duración para que prepare los comicios.
Si la votación fuera hoy, la ultraderechista Liga obtendría mayoría absoluta en coalición con sus dos socios de derecha, Forza Italia, del ex primer ministro Silvio Berlusconi, y Hermanos de Italia.
Esto se da en un momento económicamente delicado para la tercera principal economía de la Unión Europea, en que requieren elaborar un presupuesto para 2020 a fin de mantener controlada su deuda pública y evitar una fuerte alza del IVA.
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