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Monica Lewinsky contó íntimos detalles de su romance con Bill Clinton

  • Por Meganoticias

Han pasado 20 años desde el escándalo que remeció a la Casa Blanca en Estados Unidos, con el acto de infidelidad del presidente Bill Clinton con Monica Lewinsky. Hoy, la protagonista del polémico hecho cuenta por primera vez detalles íntimos que guardó por más de dos décadas.

Lewinsky habló con el canal A&E para la grabación de la serie "El Affaire Clinton" que en seis capítulos reconstruye uno de los episodios más controversiales que se hayan registrado al interior del gobierno estadounidense.

En la producción que se estrenará el próximo 18 de noviembre, la exsecretaria de la Casa Blanca contó detalles de los encuentros sexuales que mantuvo con el entonces mandatario al interior del recinto oficial, cuando Clinton iniciaba su segundo mandato presidencial.

"Tenía una oficina personal privada. Ahí es donde tuvo lugar cada encuentro íntimo. Los encuentros florecieron en una relación. Pero nada sucedió dentro de la Oficina Oval propiamente dicha. Hablaríamos y quizás coquetearíamos aquí y allá, pero no ocurría ninguna actividad sexual en la Oficina Oval", aclaró la mujer revelando que los encuentros fueron semanales por un período de casi dos años.

En su relato, Lewinsky contó además cómo fue el episodio en que Clinton le manchó un vestido con fluidos, lo que más tarde sería una de las principales evidencias para comprobar el acto de infidelidad.

Ambos se reunieron en la Oficina Oval para luego ir a la oficina. Cuando estaban solos fueron al baño donde ocurrió todo. "Me hizo objeto de sus atenciones y yo fui recíproca, hasta donde él siempre se había detenido antes de terminar (...) Me incorporé y le dije que quería pasar a la siguiente fase, y finalmente dijo que sí", fue en ese encuentro privado en que se manchó su vestido negro.

"Esa noche fui a cenar y nadie me dijo: ‘Oye, debes ir al baño, tienes todo el vestido manchado".  Según lo que relató Lewinsky en 1998, creyó que la mancha se trataba de crema de espinacas.

El escándalo protagonizado por Clinton y Lewinsky casi le costó la presidencia al jefe de Estado, pero según los expertos sí afectó la imagen del partido demócrata de cara a las siguientes elecciones, donde Al Gore perdió por estrecho margen ante George W.Bush, quien finalmente se convirtió en el sucesor de Clinton en la Casa Blanca.