"No podía escuchar lo que hicieron a mi hija": El drama de un padre que enfrentó a los asesinos de su hija
Hannah Cornelius,, una joven sudafricana de 21 años, fue secuestrada violada en grupo y asesinada por tres sujetos que la capturaron cuando salía de la casa de una amiga en la ciudad de Stellenbosch, al oeste de Ciudad del Cabo.
Por el delito fueron detenidos cuatro sujetos: Geraldo Parsons, de 27 años, Vernon Witbooi, de 33, y Eben van Niekerk, de 28, quienes fueron declarados culpables de violación y homicidio, mientras que un cuarto, identificado como Nashville Julius, de 29 años, fue acusado de secuestro.
Los hechos ocurrieron en mayo de 2017, pero tuvo que pasar más de un año para que el padre de la joven pudiera acudir a una de las audiencias en que los tres indiviuos enfrentan a la justicia.
El hombre enfrentó cara a cara a los sujetos y se sentó en la tribuna de la sala de audiencias para escuchar el relato de los abusadores. Willem Cornelius afirmó que antes "no podía escuchar lo que hicieron con mi hija", por el dolor que representaba para él y familia.
"Creo que mi familia murió después de la muerte de Hanna", dijo el hombre cuando tomó la palabra en el tribunal.
Más doloroso para él y los familiares que estaban en la sala fue el hecho de que los cuatro sujetos declarados culpables por el ataque rieron durante casi todo el juicio, demostrando su nulo arrepentimiento en el caso.
Sólo uno de los sujetos declaró al tribunal que su intención era quitarle las pertenencias a la joven e incluso intentó convencer a sus compañeros de no atacar sexualmente a Hannah Cornelius ni menos asesinarla.
