La heroica historia de la perra que el día de su retiro resolvió la desaparición de un avión
Camila es una perra negra de patas blancas, tiene doce años, es la rescatista líder de la Brigada Canina K-9 de los Bomberos Voluntarios de San Antonio de Areco, Argentina, y es la única perra de rastreo del país que ha sido certificada dos veces en Estados Unidos y que, además, cuenta con premios internacionales.
Y el sábado pasado, tras años de servicio y ganarle la batalla al cáncer, Camila se retiraría con una ceremonia en el cuartel. Pero un llamado al jefe de la brigada, Guillermo Testoni, cambió todos los planes y hubo que suspender el acto.
Llevaban casi un mes buscando un avión que desapareció el 24 de julio luego de despegar del aeropuerto de San Fernando, al norte del Gran Buenos Aires. Y esa jornada que debían despedir a Camila, solicitaron los servicios de los perros para encontrar a los pasajeros.
Y dieron con ellos.
La aeronave se encontraba en la zona del río Paraná Guazú, cerca de la desembocadura del río Uruguay en Entre Ríos, al este del país. Y fue Camila quien dio con los ocupantes del avión y avisó a los investigadores dónde debían buscar para recuperar los cuerpos.
"Cuando la llevamos al lugar del accidente, Camila ladró y se sentó en la zona del cráter de la caída del avión. Ese ladrido significa presencia de restos humanos. Después la alejamos para ver si había más rastros en otra zona cercana, pero permanentemente Camila volvía al lugar de la cola del avión, que era lo único que sobresalía. No había dudas de que estaban allí adentro", señaló Testoni a La Nación.
