Donald Trump ataca a China y lanza advertencia a los empresarios
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, mostró una vez más este domingo su desapego por la diplomacia al criticar a China, atacándola por su política económica y militar, en medio del proceso de selección de su eventual secretario de Estado.
En mensajes transmitidos a través de Twitter, el presidente electo de EE.UU. acusó a Pekín de devaluar su moneda para competir mejor con las empresas estadounidenses y de "construir un enorme complejo militar en el mar de China del sur".
"¿China nos ha preguntado acaso si está bien que devalúe su moneda, imponer fuertes impuestos a nuestros productos o construir un enorme complejo militar en medio del mar de China del sur? No lo creo!", sentenció.
Las declaraciones de Trump se conocen luego de realizar una polémica conversación telefónica con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, rompiendo 40 años de tradición diplomática y causando una fuerte reacción de Pekín.
El diálogo telefónico con la mandataria fue "nada más" que una conversación de cortesía que tuvo lugar a iniciativa de la presidenta de Taiwán, que pretendía felicitar a Trump por su victoria, dijo el domingo el vicepresidente electo Mike Pence.
Sin embargo, el Washington Post consignó el domingo que la llamada había sido considerada durante semanas, con la intención de señalar un giro mayor en la política de Washington hacia Taiwán y China. El artículo del cotidiano cita fuentes involucradas con la llamada.
El sábado, Pekín remarcó que "sólo existe una China, y Taiwán es una parte inalienable del territorio chino".
Por otra parte, en la madrugada de este domingo Trump lanzó una advertencia a los empresarios, advirtiéndoles, también por Twitter, que no incurran en el error de trasladar su producción al extranjero.
"Se los pido por favor, han sido advertidos antes de que cometan un error muy costoso. SE PUEDE HACER NEGOCIOS EN ESTADOS UNIDOS", escribió el presidente electo, y detalló una vez más cómo piensa impedir que las empresas estadounidenses trasladen su producción al extranjero donde haya mano de obra más barata, para luego importar los productos a Estados Unidos.
"Estados Unidos va a reducir claramente los impuestos y la reglamentación de las empresas, pero una empresa que abandona nuestro país por otro país, despide a sus empleados, construye una nueva fábrica o instalación en otro país, SE EQUIVOCA! si piensa que luego venderá sus productos en Estados Unidos sin ser castigada", amenazó Trump, quien recordó que quiere instaurar una tasa de 35% sobre esas importaciones como arma disuasoria.