Muere la menor que se transformó en símbolo de la lucha contra el cáncer
Tras una larga batalla contra el cáncer, la pequeña Jessica Whelan falleció el domingo a causa de un rebelde tumor maligno que extinguió su vida rápidamente. La menor de cuatro años se convirtió en el símbolo de la lucha contra esta enfermedad, al ser retratada por su padre en fotografías que muestran el dolor del cáncer.
La idea de Andy Whelan fue conmover a miles de personas a través de las redes sociales mostrando de manera fiel el sufrimiento de quienes luchan cada día contra la enfermedad.
En las fotografías publicadas a principios de mes, la que más conmovió a los usuarios de Facebook fue la que muestra a la pequeña Jessica llorando en medio del tratamiento contra el neuroblastoma que padeció.
"Esta es la verdadera cara del cáncer: los vasos sanguíneos que sobresalen de su piel, una lágrima solitaria corriendo por su mejilla, su cuerpo rígido y el rostro contraído por el dolor", decía el pie de foto de la siguiente imagen:
Pocas semanas después el mismo Andy anunció a través de su cuenta de Facebook que la menor falleció en horas del domingo, tras la larga y dolorosa batalla.
Este es su mensaje:
"Me siento aliviado y triste por informar a todos ustedes que Jessica finalmente encontró la paz a las siete de esta mañana. Ya no sufre, ya no siente el dolor de las limitaciones físicas de su cuerpo. Ahora mi princesa ha extendido sus alas de ángel y ha ido a jugar con sus amigos y seres queridos. Ahora velará desde allí arriba por su pequeño hermano y por nosotros mismos hasta que un día nos volvamos a reunir de nuevo.
Anoche ella finalmente me permitió tenerla en mis brazos y nos dimos un gran abrazo. Le dije cuánto la amaba. Le dije que cerrase los ojos y que durmiese. La besé en la frente y en sus labios en numerosas ocasiones. Es lo que necesitaba para finalmente encontrar consuelo en su muerte. Ocho horas después de ese abrazo ella finalmente tomó su último aliento. Ella era una niña de papá, desde el principio e incluso hasta el final. Siento que una gran parte de mí ha sido arrancada, pero estoy contento de que yo pudiera darle ese consuelo en sus últimas horas. Ella murió en paz y con serenidad, sin ni siquiera un murmullo.
Gracias a todos y cada uno de ustedes que ha compartido y ha sido una parte de nuestro viaje. Ahora pido privacidad para nosotros y nuestra familia, para llorar la pérdida de nuestra hermosa princesa.
El corazón de un padre de la más increíble y hermosa chica".