A 16 años de la muerte de Raimundo Tupper
Es un dolor vivo para muchos. Aún cuando ya han pasado 16 años…
Un día, como hoy: 20 de julio, de 1995, una dramática noticia estremeció al país entero. En San José de Costa Rica había muerto Raimundo Tupper Lyon, un buen hombre, un gran deportista, un hijo querido, un buen hermano, un excelente amigo. Ese día, daba igual si se era futbolero o no; si se era hincha de la Universidad católica o no. Se apagó la vida de un joven querido y admirado por multitudes.
El lateral de la Universidad Católica sufría de depresión endógena, enfermedad que lo llevó a tomar tan drástica decisión. Su equipo se encontraba en San José para disputar una serie amistosos, dos de ellos con Deportivo Saprissa.
El Mumo nació en Santiago, en 1969. Eran cinco hermanos: cuatro varones y una niña. Estudió en el colegio San Ignacio El Bosque. Más tarde ingresó a la carrera de ingeniería civil en ejecución, la que no terminó porque siguió la que era su mayor pasión: el fútbol. En 1980 ingresó a las divisiones inferiores de Universidad Católica. Alberto Fouillioux fue su primer entrenador.
El 15 de Agosto de 1985, frente a Cobresal, en la ciudad de El Salvador, Raimundo debutó en el primer equipo de la UC. Desde entonces, su carrera estuvo llena de logros: En 1987 fue nominado a la Selección Juvenil de Chile, equipo que obtuvo el cuarto lugar del Mundial de su categoría, que se jugó en nuestro país.
También en 1987 resultó campeón del Torneo Oficial con el equipo de sus amores. En 1988 resultó elegido como el Mejor Deportista Fútbol Cadetes. Ese mismo año, se ganó un lugar en la oncena titular de la Universidad Católica. Entonces, disputó 24 encuentros, en los que anotó cinco goles.
Fue en el 89 cuando ingresó a la carrera de Ingeniería en Ejecución la Universidad Diego Portales. Ese año gana la Liguilla Pre-Libertadores ante Cobreloa.
Entre 1989 y 1995, el Mumo fue titular indiscutido de la UC. En esos años, ganó la Copa Chile en 1991; llegó a la final de la Copa Libertadores de América en 1993; obtuvo la Copa Iberoamericana de 1994; y además, resultó triunfador de la Liguilla Pre-Libertadores en 1989, 1991, 1992 y 1994.
Hoy, una cruz blanca en los cerros en San Carlos de Apoquindo recuerda al "Mumo querido". En el 2009, salió el libro “Mumo... por siempre”, que da cuenta de la biografía del deportista. Uno de sus autores, Hugo Pinto, afirmó en alguna oportunidad que Tupper tenía un perfil distinto al de algunos de sus compañeros: “leía, iba al teatro, a conciertos, tenía un pensamiento político”. Lo describió también como un tipo que tiene plata, atractivo para las mujeres, ídolo de los niños, admirado por sus pares.
Sus compañeros de plantel, sus amigos, los cercanos, los hinchas y la gente de la calle aún mantienen vivo el recuerdo de este joven que dejó una profunda huella de humanidad en cada uno de ellos.
Así lo dicen las redes sociales:
Mario Lepe escribió en twitter: "Un mes, un día, un nombre, una persona, un ídolo que un cruzado de corazón no olvidará nunca y menos los que compartimos contigo".
Polaco Goldberg: "A 16 años de la partida del Mumo Tupper, un gran hombre":
Rafael Olarra: "Me sumo a los saludos para la familia Tupper en recuerdo de un grande...Raimundo Tupper".
Rodrigo Gómez: “Se cumplen 16 años de la partida de un gran amigo".
La Universidad Católica viajará mañana a Costa Rica para disputar el sábado la Copa RaimundoTupper ante el Saprissa. Serán momentos para revivir una parte dolorosa de la historia del club y de sus integrantes… Pero también será la ocasión para disputar el partido que quedó inconcluso… Por ello, será con más garra, con más fuerzas y empuje, pues será en memoria del “Mumo”, un tipo querido y sencillo. En definitiva, un gran tipo.
