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"Bebo cada dos días; y los otros días, también": La desgarradora confesión del exfutbolista brasileño Adriano

A principios de los 2000 un joven futbolista brasilero asomaba como la gran promesa del fútbol internacional, su nombre era Adriano, o también conocido como "El Emperador", quien prometía ser el nuevo Ronaldo. Su carrera comenzó en Flamengo y al año siguiente ya jugaba en el Inter de Milan.

Sin embargo, con el paso de los años su carrera se fue diluyendo, y pese a que vivió buenos momentos en Europa, nunca logró cumplir con las expectativas que había sobre él. Las fiestas y el alcohol, sumado a la muerte de su padre en 2004, no le permitieron ser la gran figura que se esperaba.

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El delantero se retiró en 2016 y su presente fuera del fútbol no ha sido el mejor. Ahora, quien jugó en clubes como Fiorentina, Parma, San Pablo, Roma, Corinthians, Atlético Paranaense y Miami United, escribió una carta abierta al portal The Players’ Tribune, en la que da cuenta de su vida actual en la favela Vila Cruzeiro.

"El mayor desperdicio del fútbol: yo"

"¿Sabes lo que se siente ser una promesa? Lo sé. Incluyendo una promesa incumplida. El mayor desperdicio del fútbol: yo. Me gusta esa palabra, desperdicio. No solo por cómo suena, sino porque estoy obsesionado con desperdiciar mi vida", así comienza el escrito del exjugador de 42 años.

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El Emperador aseguró que no consume drogas ni delinque, sin embargo, confesó su alcoholismo. "Bebo cada dos días, sí. (Y los otros días, también). ¿Cómo llega una persona como yo al punto de beber casi todos los días? No me gusta dar explicaciones a los demás, pero aquí va una: bebo porque no es fácil ser una promesa que sigue en deuda. Y a mi edad, esto es aún peor", reveló.

Luego, el exfutbolista que anotó 27 goles con la selección de Brasil, recordó su infancia jugando en su equipo amateur Hang, junto al apoyo de su padre, que lo motivaba cada sábado a jugar. "La muerte de mi padre cambió mi vida para siempre. Hasta el día de hoy, es un problema que aún no he podido resolver", sinceró.

Su problema con el alcohol

En el escrito, Adriano contó que a los 14 años probó el alcohol, pero su padre le quitó el vaso y lo regañó. "Un nuevo mundo de ‘diversión’ se abrió ante mí", afirmó.

Adriano siempre celebró Navidad junto a su familia, por lo que cuando la pasó solo por primera vez en Italia aseguró que "me puse a llorar de inmediato. Estaba destrozado. Cogí una botella de vodka. No exagero, hermano. Bebí toda esa mierda solo. Me llené el culo de vodka. Lloré toda la noche. Me desmayé en el sofá porque bebí mucho y lloré".

 

Adriano en su favela. Crédito: Sam Robles/The Players' Tribune

 

Más adelante, Adriano reveló detalles de su escape de Italia para llegar a su favela Vila Cruzeiro: "No entendían por qué iba a la favela. No era por la bebida, ni por las mujeres, mucho menos por las drogas. Era por la libertad. Era porque quería paz. Quería vivir. Quería volver a ser humano. Aunque fuera un poquito. Esa es la maldita verdad".

El exdelantero aseguró que intentó levantar su carrera, "pero no pude hacer lo que me pidieron. Me mantuve bien durante unas semanas, evité el alcohol, entrené como un caballo, pero siempre había una recaída. Una y otra vez. Todo el mundo me criticaba. No podía soportarlo más".

Para finalizar, Adriano lanzó una reflexión: "Lo único que busco en Vila Cruzeiro es paz. Aquí camino descalzo y sin camiseta, solo con pantalones cortos. Juego al dominó, me siento en la acera, recuerdo mis historias de infancia, escucho música, bailo con mis amigos y duermo en el suelo. Veo a mi padre en cada uno de estos callejones (...). Aquí me respetan verdaderamente. Aquí está mi historia. Vila Cruzeiro no es el mejor lugar del mundo. Vila Cruzeiro es mi lugar"