La historia del perro que fue héroe durante el Mundial de 1966
La historia del fútbol está llena de anécdotas dignas de destacar. En ese sentido, un hecho muy particular ocurrió un día como hoy, pero hace 51 años en Inglaterra.
A cuatro meses de iniciarse el Mundial de 1966, el trofeo de nombre Jules Rimet, se encontraba de gira por el Reino Unido para que todos los ciudadanos pudieran contemplarlo.
Aquel 20 de marzo, la copa que estaba en el Westminster Central Hall fue robada luego de un descuido de los guardias. La policía recibió una llamada del ladrón, que buscaba una recompensa: La copa a cambio de 15.000 libras.
La policía arrestó antes de tiempo a la persona que recibiría el dinero, quien aseguró ser sólo un intermediario y no saber nada acerca del emblemático trofeo.
La situación era dramática en ese entonces, hasta que apareció Pickles, un perro de raza collie, blanco y negro que se transformó en un héroe nacional.
Siete días después de que el emblema fuera robado, un hombre llamado David Corbett salió a pasear con su mascota, la que de pronto se alejó unos metros y comenzó a escarbar en la tierra de un jardín. Corbett fue donde estaba Pickles y vio algo envuelto en un papel de periódico.
Para su sorpresa, era la mismísima Copa del Mundo. Corbett recibió una recompensa de 6.000 libras y comida gratis para Pickles durante un año por una empresa británica. Además, fueron invitados a la cena que ofreció la reina Isabel II después del triunfo de Inglaterra ante Alemania en la final.
Pickles murió un año más tarde, ahogado con su propia correa mientras perseguía a un gato, pero su hazaña quedará para siempre en los registro de la historia del balompié mundial.