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¿Preparándote para los asados dieciocheros? Conoce cómo puedes limpiar tu parrilla

Algo así como dos semanas son las que restan para el 18 de septiembre, una celebración infaltable en Chile, donde se conmemora uno de los primeros pasos de cara a una República independiente: la primera Junta de Gobierno.

Uno de los tantos clásicos de las Fiestas Patrias es el asado, donde muchos sacan a relucir su maestría en la parrilla mediante la preparación de carnes, pollos e incluso verduras, para quienes gustan de la vida vegetariana.

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Mientras se prepara el asado, muchos suelen reunirse en torno al fuego. Sin embargo, cuando llega el momento de limpiar la parrilla, son pocos los que aparecen o se suele olvidar esta parte del proceso, a pesar de la importancia que tiene para la salud y para el sabor de los próximos asados.

 

Créditos: Freepik

 

Limpieza antes de iniciar el asado

Antes de empezar el asado de las Fiestas Patrias, se debe realizar una limpieza previa de la parrilla, la que es muy sencilla.

Cuando se logre prender el fuego, las rejillas deben permanecer cerca de diez minutos recibiendo calor, de modo que los restos de grasa se puedan remover con una esponja abrasiva. Luego de eso, sobre la rejilla se aplica opcionalmente la mitad de una cebolla, la que servirá para limpiar el metal y lubricarlo. Así, quedará todo listo para asar los alimentos preferidos.

¿Cómo se limpia la parrilla posteriormente?

El proceso consiste en más que quitar los excesos de la rejilla, pues lo ideal es que se limpie la parrilla en su integridad. Luego de eso, se debe proteger del sol y de las eventuales lluvias, dado que las condiciones climatológicas pueden dañarla.

El paso a paso para limpiar la parrilla consiste en lo siguiente:

Una vez que terminamos el asado —se retiran todos los productos sobre la rejilla— y se hayan enfriado las brasas, se deben retirar del respectivo depositario con una escobilla o brocha y una pala para carbón. Este paso es clave, porque las brasas pueden acumular humedad, provocando la aparición de óxido.

Posteriormente, la rejilla se limpia con agua tibia, jabón y una esponja abrasiva, para luego enjuagarlas. Hay quienes realizan este proceso cuando las brasas aún emanan calor, pues así es más fácil retirar las grasas. En cambio, si están muy adheridas, una piedra mágica puede extraer los restos de grasa.

Esta etapa del procedimiento también es fundamental, porque la grasa recalentada es tóxica y puede traspasar un sabor amargo a los alimentos del asado.

El interior de la parrilla también se limpia. Para esto, se puede ocupar un desengrasante y un raspador para remover la suciedad; luego, con un paño se elimina el polvo de toda la estructura metálica.

Por último, los más expertos en la parrilla recomiendan poner papel aluminio en la bandeja de las cenizas, de modo que sea más fácil retirarlas al finalizar el asado. Cuando esté lista la limpieza, la parrilla se debe proteger de la intemperie con un cobertor plástico.

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