No lo intentes con la sandía: Estos son 4 tipos de comidas que no deberías congelar
La cocina y la alimentación fueron revolucionadas cuando se crearon los congeladores. Estas piezas de tecnología permiten mantener, incluso por meses, alimentos que antes se descomponían en un par de semanas. Pero no todos los productos se pueden congelar.
Dependiendo de las características de los alimentos, estos se podrían ver más dañados cuando los expones a la alta humedad y frío de los congeladores. Incluso algunos se volverían peligrosos de comer.
Revisa cuáles son todos los productos que no debes guardar en el congelador:
Frutas y verduras
Los vegetales frescos que tienen un alto contenido de agua no son recomendados para guardar en el refrigerador, ya que cuando los descongeles su líquido interior también lo hará y se pondrán lacios y con una textura como de esponja.
Si es que expones estas frutas y verduras a bajas temperaturas, no esperes que se mantengan tal cual como eran frescas. Si bien no te podrás hacer una ensalada, algunas las podrías utilizar para platos cocidos o en jugos.
Algunos de los productos con alta concentración de agua son las lechugas, pepinos, melones, sandías, espinacas, manzanas, apio o repollo, entre otros.
Alimentos cocidos
Cuando cocinas los alimentos cambias sus estructuras y texturas, y lo mismo ocurre cuando los congelas y descongelas, pero en este caso puede tener un resultado muy desagradable.
Por ejemplo, incluso la pasta cocida al dente se vuelve lacia, chiclosa y sobrecocida una vez que la descongelas, y lo mismo pasa con el arroz cocido.
Las comidas fritas, ya sean papas, empanadas o papas rellenas, tampoco deberían ser congeladas después de ser cocinadas. El problema no es mantenerlas a baja temperatura, sino que cuando las quieras comer, el exceso de líquido hará que se vuelva como esponja y absorba el exceso.
Tampoco se recomienda con las preparaciones que incluyan algún producto lácteo, como leches o cremas, ya que corres el riesgo que se separen una vez que estén dentro del electrodoméstico.
Especias y condimentos
Los productos que utilizas para dar sabor a tus comidas deberías mantenerlos en un lugar oscuro, seco y fresco, para mantener su calidad, y jamás colocarlos en el freezer.
Especias como los clavos de olor, esencias de vainilla y pimienta tienden a tomar un sabor mucho más potente e incluso amargo.
En el caso de los polvos de curry, una vez expuestos a las bajas temperaturas del congelador, estos toman un sabor a moho, según explican desde el Centro Nacional para Preservación de Alimentos, de la Universidad de Georgia.
No recongelar carnes
Las carnes de diferentes animales pueden mantenerse por varias semanas seguras en el congelador, dependiendo del corte que se trate. Pero una vez que descongelas una pieza, no la puedes volver a guardar en bajas temperaturas.
Es que los cambios en el calor de la carne crean el ambiente ideal para que proliferen las bacterias, y estas podrían contaminar tus alimentos e incluso producir ciertas enfermedades.
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