Crisis hipertensiva: ¿Qué es y cuáles son sus síntomas?
Las crisis hipertensivas son un preocupante problema de salud, pues cuando ocurren pueden desembocar en graves consecuencias como un ataque cardiaco o accidente cerebrovascular, por ejemplo.
Básicamente, estas crisis consisten en un aumento repentino de la presión arterial, es decir, en un incremento de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias mientras el corazón bombea sangre, como lo señala Medline Plus.
Como la mayoría de las afecciones, hay síntomas que una persona puede identificar y relacionar con este diagnóstico, pero siempre lo recomendable es acudir a un médico cuando estos signos comiencen a manifestarse.
Cabe precisar que la presión arterial puede ser influenciada por varios factores, los que van desde el consumo de agua o sal, el estado de los riñones, hasta los niveles hormonales.
Existen dos tipos de crisis hipertensiva
En el mundo de la salud, este padecimiento está categorizado según el nivel de daños que provoque en el paciente. Por ejemplo, una crisis hipertensiva se considera "de urgencia" cuando la presión arterial es de 180/120 milímetros de mercurio o superior, y no deja signos de daño en los órganos.
Es lo contrario a una crisis hipertensiva "de emergencia": si bien ocurre cuando la presión arterial es de 180/120 milímetros de mercurio, esta sí deja huellas de daños en el organismo, poniendo en riesgo la vida del paciente.
Independiente de cuál sea el tipo, el portal especializado en salud, Mayo Clinic, señala que "una presión arterial muy alta puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos del cuerpo, como el corazón, el cerebro, los riñones y los ojos. Durante una crisis hipertensiva, el corazón puede no ser capaz de bombear la sangre con eficacia".
¿Cuáles son los síntomas de una crisis hipertensiva?
Según el sitio web Very Well Health, los síntomas por categoría son:
Crisis hipertensiva de urgencia
- Dolor de cabeza.
- Aturdimiento.
- Palpitaciones.
- Ansiedad.
Crisis hipertensiva de emergencia
- Dolor de pecho severo.
- Dificultad para respirar.
- Dolor de cabeza intenso.
- Confusión y visión borrosa.
- Náuseas y vómitos.
- Ansiedad extrema.
- Convulsión.
- Falta de respuesta.
La plataforma agrega que "es posible que las personas que experimentan una crisis hipertensiva desarrollen desgarros en la pared de la aorta —la arteria que suministra sangre a todo el cuerpo".
Esto se debe al "aumento de la presión arterial que incrementa aún más la carga del sistema circulatorio y disminuye su eficacia. Los aumentos significativos de la presión arterial también pueden provocar que se acumule líquido en los pulmones y complicar la respiración", concluye.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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