Hablar en exceso puede estar asociado a patologías: ¿Cuáles son?
- Por Lucas Figueroa
Si bien el hecho de compartir con terceros y conversar constantemente puede ser un buen signo de cara a nuestra vida social, el hacerlo en exceso podría ser señal de acarrear una condición de salud mental.
Es lo que le pasó, por ejemplo, a Shawn Horn, una mujer entrevistada por The Washingtong Post al respecto. En la conversación destaca que, por ejemplo, una vez acompañó a su abuela a la peluquería y contó todos los detalles de la ruptura matrimonial padres.
O cuando solían elogiar la belleza de su madre, contrarrestaba el halago diciendo su edad o que usaba pestañas postizas.
De la misma manera, en el colegio le llamaban constantemente la atención por interrumpir o lanzar respuestas al aire. Y por muy conversadora que fuera, según cuenta, sus compañeros rechazaban conversar con ella.
Fue diagnosticada con TDAH
Horn, que hoy por hoy tiene 54 años, fue diagnosticada ya de adulta de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el hablar en exceso estaría estrechamente relacionado con esa condición.
En todo caso, no todas las personas con TDAH hablan exceso, pero aquellos que lo hacen sería por la "impulsividad", según L. Eugene Arnold, psiquiatra y experto residente en Niños y Adultos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (CHADD), un grupo de educación y defensa del TDAH. "Tienden a actuar impulsivamente, hablar impulsivamente y pensar impulsivamente", dice Arnold.
Las personas con autismo también podrían hablar mucho. Esto, a pesar de que se suele creer que quienes cuentan con esta condición son más proclives al aislamiento social.
En esa línea, Andy Shih, director científico de Autism Speaks, una organización de defensa que patrocina la investigación sobre el autismo, sostiene que si bien "las interacciones sociales típicas entre individuos neurotípicos son más difíciles para las personas con autismo", cuando hablan tópicos que son de su sabiduría.
"Es más cómodo continuar con algo que ya saben y seguir hablando", dijo. “No es una señal de mala educación o de narcisismo. Es simplemente la forma en que están conectados sus cerebros”, apunta.
Trastorno de ansiedad generalizada y bipolaridad
A su vez, el trastorno de ansiedad generalizada también puede provocar que, quienes la padecen, hablen en exceso.
De acuerdo a Christian Kohler, profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, aquellos que sufren esta condición "se preocupan por todo: qué hicieron mal, qué debería pasar a continuación, cuál es la decisión que hay que tomar" "Esas son personas que pueden hablar mucho y siempre necesitan comentarios", suma.
Por otro lado, el trastorno bipolar, al provocar cambios de humor extremos, también podría provocar que se hable más de la cuenta.
Por ejemplo, cuando una persona conversadora que no cuenta con trastorno bipolar, se callará cuando otros hablen. Sin embargo, a una persona con ese diagnóstico puede resultar una tarea más difícil. "Se debe a que tienen pensamientos que surgen a mayor velocidad", aseveró, agregando que "por eso, en un sentido coloquial, quieren pronunciar las palabras, pero hay demasiados pensamientos".
En todo caso, si bien puede ser un eventual síntoma, lo cierto es que por sí solo no basta para afirmar que una persona cuenta con alguna condición relacionada con la salud mental.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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