Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

Parece alergia, pero no lo es: Estos son los síntomas de la dermatitis atópica

Por estos días, es probable que te la pases estornudando, sonándote la nariz o con picazón en los ojos y garganta a propósito del inicio de la primavera. Todos estos síntomas se relacionan con las alergias, típicas durante esta época del año.

Seguramente, tu piel también ha experimentado cambios que no pasan desapercibidos, tales como un insaciable picor, dolor, descamación, entre otros.

Ir a la siguiente nota

Si estás en esta situación, es muy importante que estos síntomas no sean confundidos con las manifestaciones de una de las afecciones más comunes que ataca a la piel: la dermatitis atópica.

Síntomas de la dermatitis atópica

Según la dermatóloga Marta Elosua, la dermatitis atópica se caracteriza por provocar un picor que, técnicamente, se denomina prurito: "Suele ser muy intenso y limitar actividades de la vida diaria, puede producir otros síntomas como escozor o incluso dolor".

Con respecto a cómo se produce, detalló que "es una enfermedad multifactorial, entre lo que se incluye una alteración en la función barrera de la piel, un sistema inmune trastornado, un componente genético y hasta factores ambientales".

 

Imagen referencial (Freepik)

 

También genera la aparición de manchas rojas con descamación de la piel en distintas zonas corporales, ocasionando costras o fisuras.

Cuando aparecen fisuras o grietas, estas generalmente son relacionadas con una piel seca. Sin embargo, podría deberse al desarrollo de una dermatitis atópica (eccema).

"Muchas veces llamamos piel seca a lo que ya es un eccema. Este se presenta como placas o lesiones rojas en la piel con descamación y que producen picor. Si un eccema se da en situaciones determinadas o en individuos con una predisposición genética, podríamos estar hablando de dermatitis atópica", dijo la profesional.

Prevención y tratamiento de la dermatitis atópica

Elosua, doctora del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid (España), hace la distinción entre una prevención activa y un tratamiento de la dermatitis atópica.

La primera consiste en "todas aquellas acciones destinadas a mejorar la barrera de la piel o evitar consecuencias cuando aún no hay lesiones". Por ejemplo:

  • Hidratarse la piel de forma diaria.
  • Evitar la ropa de lana.
  • Tomar duchas cortas y con agua tibia.
  • Según corresponda, usar cremas inmunomoduladoras o antiinflamatorias dos o tres días a la semana.

En cuanto al tratamiento, este aplica cuando ya se padece la afección: "Se puede tratar con antiinflamatorios o inmunomoduladores tópicos u orales, inmunosupresores orales o inyectables, o fototerapia", concluyó la dermatóloga.

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

Todo sobre Salud

Leer más de