Sartén, horno o freidora de aire: ¿Cuál es la mejor opción para hacer papas fritas?
Las papas fritas son una preparación sencilla y deliciosa que sirve para sacar de aprietos a cualquiera, especialmente si compras aquellas que son prefritas.
Si bien el resultado es espectacular, el proceso que se debe pasar para decidir de qué forma las vas a preparar puede ser incómodo.
Es que existe una variedad de metodologías que puedes seguir, dependiendo de los resultados que quieras obtener. Con unos gastarás más aceite, otros podrían ser más saludables, pero al final, ¿cuál es la más deliciosa?
La colaboradora de Insider, Carolina Gazal, probó cuatro diferentes métodos, para identificar cuál es la mejor forma para cocinar las papas fritas más sabrosas.
¿Sartén, horno, parrilla o freidora de aire?
Según la autora, existe un ganador indiscutible, pero todos los métodos presentan un resultado satisfactorio para el platillo.
Por ejemplo, colocar las papas envueltas en papel de aluminio sobre la parrilla resultó una posibilidad muy exitosa, pero solo en caso de que ya estés haciendo un asado, por ejemplo. En este caso, solo 15 minutos se tardaron en preparar las papitas ya descongeladas.
En el horno, la autora consiguió las papas visualmente más agradables, pero tardaron más tiempo en alcanzar el color deseado.
Si bien Gazal las cocinó descongeladas en una bandeja para horno, los expertos recomiendan usar una rejilla para resultados más sabrosos.
"Hornear las papas fritas congeladas sobre una rejilla de horno garantiza una cocción uniforme y permite que el aire fluya alrededor de las papas, lo que aumenta las posibilidades de que salgan doradas del horno", explicó a Insider, RJ Harvey, cocinero profesional.
Aun así, el segundo puesto, con el mejor resultado, se lo llevó la freidora de aire. Este implemento permitió tener un resultado crujiente, bajo en aceite, pero no en las cantidades suficientes.
Pero incluso así, la opción ganadora fueron las papas fritas directamente en aceite, aunque la autora presenta una posibilidad más económica y segura. En vez de utilizar litros de líquido para sumergir las papas, estas son fritas en una capa que solo logra cubrir la totalidad de un sartén.
El resultado: papas fritas crujientes por fuera, pero jugosas por dentro.
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