Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

Son varios los riesgos: ¿Por qué no debo calentar la comida en envases plásticos en el microondas?

Ya sea en el hogar o en nuestro lugar de trabajo, la comida solemos meterla al microondas en envases plásticos para calentarla a altos niveles de temperatura.

El plástico es casi un indispensable y estamos expuestos a él incluso cuando tenemos apenas meses de vida —al usar chupete, por ejemplo—. Algo que resulta preocupante para la comunidad científica, pues consideran que este elemento tiene una toxicidad considerable para la salud, más aún cuando es calentado en un microondas.

Ir a la siguiente nota

¿Por qué no debo meter la comida en envases plásticos al microondas?

Lo primero que hay que entender es que el plástico surge de la mezcla entre polímeros —que consisten en cadenas de carbono— y aditivos químicos, los que le otorgan resistencia a varios desgastes, entre ellos la oxidación y los rayos UV.

Pero cuando los envases que son plásticos son sometidos a la función de un microondas, ocurre un triple fenómeno: altos niveles de calor, radiación UV e hidrólisis —una reacción química en la que las moléculas de agua rompen los enlaces moleculares; en este caso, del plástico.

 

Imagen referencial (Shutterstock)

 

Estos tres efectos provocan que el envase "se fragmente y desprenda trocitos de sí mismo en forma de microplásticos, nanoplásticos y lixiviados, componentes químicos tóxicos del plástico", consigna un artículo de Wired.

Entonces, pequeños desechos quedan en la comida, entran a nuestro organismo y tratan de pasar desapercibidos. ¿Cómo? "Se recubren de proteínas y se cuelan de incógnito en el sistema inmunitario (...) Los microplásticos también agrupan una compleja comunidad de microbios, denominada plastisfera, y la transportan al interior" del cuerpo, agrega la publicación.

 

Imagen referencial (Shutterstock)

 

El plástico "hackea" las hormonas

Hay microplásticos que son desechados por los riñones —órgano responsable de eliminar los residuos mediante la orina y excreción—, pero los nanoplásticos son tan diminutos que se adhieren a otras membranas celulares.

La gravedad del asunto puede empeorar porque los residuos plásticos que llegan al sistema inmunitario, sus sustancias químicas "hackean" las hormonas, asegura Leonardo Trasand, académico de la Universidad de Nueva York, Estados Unidos.

"Las hormonas son moléculas de señalización que intervienen básicamente en todo lo que realiza el organismo. Estas sustancias químicas, denominadas disruptores endocrinos, son capaces de alterarlo todo, desde el metabolismo hasta el desarrollo sexual y la fertilidad", se asegura en Wired.

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

Todo sobre Salud