¿Qué verduras no se deberían congelar?
- Por Vladimir Núñez
Las verduras son una parte esencial de una alimentación equilibrada y saludable, de hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja consumir dos porciones de verduras diariamente para mantener una buena salud, tanto física como mental.
Congelar vegetales frescos puede ser una excelente manera de prolongar su vida útil y mantener su sabor y valor nutricional por más tiempo. Sin embargo, no todas las verduras se comportan igual en el proceso de congelación y, en algunos casos, puede afectar su textura, sabor y propiedades nutricionales.
¿Qué verduras no se deberían congelar?
Entre las verduras que no deberían congelarse, están aquellas que se suelen comer en crudo, por ejemplo, la lechuga y otros vegetales de hojas verdes, ya que la gran cantidad de agua en este tipo de verduras provoca que se vuelvan marchitas, con un sabor y aspecto desagradable después de congelarse.
Otra verdura que no debería ser congelada es el tomate, pues se vuelven blandos y pueden liberar agua, lo que afecta su textura y les hace perder su sabor. Sin embargo, si se congela como salsa, el tomate no debería presentar grandes cambios en su sabor.
Algo similar ocurre con los pepinos y el zapallo, debido a que su alto contenido de agua también hace que se vuelvan blandos y aguados tras la congelación.
Otro vegetal que se recomienda evitar congelar son las papas, debido a que se componen en su mayoría de agua y almidón, dos sustancias que no son compatibles con este modo de conservación, por lo tanto, al descongelarlas pierden su sabor, además de que su textura cambia, y se vuelven harinosas.
Sin embargo, en Divina Cocina entregan recomendaciones en caso de que se decida congelar esta verdura, explicando que las papas congeladas “deben tener un corte grueso”, es decir, hay que “evitar congelar papas cortadas en láminas e incluso si es posible, hay que congelarlas enteras si no son muy gruesas”.
Además, recomiendan utilizar “bolsas cerradas o recipientes herméticos para guardar en el congelador”.
Es importante tener en cuenta que aunque estas verduras no son ideales para congelar, aún pueden ser utilizadas en otros métodos de conservación, como el enlatado o el deshidratado.
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