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¿Fanático de las legumbres? Los tres sencillos trucos para cocinarlas y que no te generen gases

Las legumbres son parte de la dieta favorita de muchas personas, no solo por su alta cantidad de nutrientes, sino también por el exquisito sabor que le transmiten a nuestro paladar.

Ya sea en platos calientes o fríos, incluso como cremas o patés, su versatilidad le permite ser protagonista en diversas preparaciones. Sin embargo, para muchas personas, esta excelente fuente de proteínas significa un placer culpable.

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Después de consumir porotos, lentejas y garbanzos —por mencionar algunos—, estas legumbres pueden ocasionar hinchazón y gases que se extienden a lo largo del día, impidiendo realizar nuestra rutina con normalidad.

La buena noticia es que, siguiendo algunos consejos, esta desagradable experiencia puede evitarse para disfrutar su consumo sin culpa.

 

Las legumbres son una excelente fuente de nutrientes, tales como proteínas y fibra (Freepik)

 

¿Por qué las legumbres producen gases?

Antes de conocer la solución, hay que entender cuál es el problema. La nutricionista del Hospital Monte Sinaí de Estados Unidos, Kelly Hogan, explicó que "las legumbres poseen un alto contenido en oligosacáridos, que es un tipo de almidón resistente que nuestro intestino no puede descomponer y se queda sin digerir hasta que llega al colon".

Por tanto, "los oligosacáridos se descomponen por medio de fermentación bacterial, que produce gases. En esto se diferencian de otros alimentos, de ahí que provoquen más gases en comparación con otras comidas", detalló.

¿Cómo cocinar y comer las legumbres para que no causen gases?

Comerlas lento

Posiblemente, ser conscientes de lo que estamos comiendo y hacer una pausa dentro de nuestra apresurada agenda son las situaciones más complicadas que enfrentamos a la hora de sentarnos en la mesa.

El sitio La Vanguardia recomienda comer legumbres lentamente; es decir, "masticar sin prisas y triturar correctamente", facilitando una buena digestión.

El consumo rápido de estos alimentos "puede provocar molestias estomacales y digestivas, además de otras dolencias derivadas del consumo excesivo de aire", lo que también se denomina aerofagia.

 

Legumbres como las lentejas pueden ser preparadas para platos calientes o fríos (Freepik)

 

Remojarlas desde la noche anterior

Cuando los porotos o las lentejas quedan remojándose desde la noche anterior, se ablandan tras estar bajo el agua durante varias horas. Pero esta técnica no solo sirve para que queden al dente, pues también favorece el procedimiento de disolución del hollejo.

De esta manera, los azúcares de los oligosacáridos se desprenden de la legumbre y se disminuye la posibilidad de sufrir gases. Es por esta misma razón que se recomienda no usar el agua del remojo para la posterior preparación culinaria

Agregar aliños y condimentos

En la cocina podemos tener aliños y condimentos que tienen la capacidad de contrarrestar los gases. De acuerdo a La Vanguardia, especias como el comino, anís, romero o hinojo sirven para este propósito y pueden ser añadidas en la preparación de las legumbres o consumirlas mediante una infusión. 

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