Los expertos no lo recomiendan: Esto es lo que pasa con tu cuerpo cuando tomas siestas de más de 30 minutos
Dormir siesta es un lujo que no todos se pueden dar. Si bien, es común que los bebés y los niños tengan unos minutos dedicados al descanso, los adultos también se pueden beneficiar del reponedor sueño cuando las ganas ya comienzan a flaquear.
Las siestas permiten inducir la relajación, mejorar la fatiga, tu estado de alerta, el estado de ánimo e incluso tu memoria. Según un estudio publicado en el año 2008, dormir solo unos 6 minutos a mitad de jornada podría ayudarte a obtener una mejor memoria.
Desde Clínica Mayo ahondan aún más y definen que entre 10 a 20 minutos diarios es la duración ideal. Más que esto, podría ser incluso perjudicial y probablemente ya lo has notado.
¿Te ha pasado que te acuestas a dormir siesta y no despiertas hasta que transcurren unas cuantas horas? No es de extrañar que en esas ocasiones despiertes desorientado y quizás con un par de pliegues de la almohada marcados en la cara.
Es que tan negativo cómo te sientes al despertar, son las consecuencias de tener una siesta más larga de lo recomendado.
¿Qué pasa si duermo más de 30 minutos?
Por un lado, dormir durante varias horas a mediodía es una garantía casi segura de que la calidad del sueño durante la noche disminuya. De hecho, desde Clínica Mayo advierten que podrían empeorar trastornos como el insomnio.
También, mientras más larga sea tu siesta, más difícil será despertar de esta.
"Dormir la siesta durante una hora o más aumenta el riesgo de caer en las fases profundas del sueño", explicó a Clínica Cleveland la Dra. Nancy Foldvary-Schaefer, experta en sueño.
Esto explica por qué estás tan desorientado y desconectado de la realidad cuando tomas una siesta extremadamente larga y, en vez de despertar más repuesto, te sientes peor que cuando te quedaste dormido.
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