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Es un tipo de cáncer: 5 síntomas que aparecen si tienes un linfoma

Cada 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma, una fecha en la que se espera dar mayor visibilidad a un tipo de cáncer que cada año es más diagnosticado en Chile.

 

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Según cifras del Ministerio de Salud, se estima que se conocen 2 nuevos casos por cada 100 mil habitantes y, por los datos que se manejan en la Dirección de Prevención y Control de Enfermedades (DIPRECE), los decesos asociados a esta enfermedad aumentaron de 0,28 a 0,41 casos por 100 mil habitantes entre los años 2000 y 2016.

¿Qué son los linfomas?

Este es un tipo de cáncer que no está asociado a una estructura específica, sino que al sistema inmune en su totalidad.

"Se origina por la proliferación anormal de linfocitos en diferentes etapas de maduración en el cuerpo. Los más frecuentes se originan en los ganglios linfáticos, sin embargo, y dado que los linfocitos pueden estar localizados en otras estructuras, también pueden originarse en la médula ósea, tejido pulmonar, tracto digestivo, sistema nervioso central, piel, conjuntiva ocular, etc.", explicó en un comunicado el Dr. Pablo Ramírez, jefe del Centro del Cáncer de Clínica Las Condes.

Según la literatura médica, se han detectado más de 50 tipos de linfomas diferentes, pero todos pueden ser reunidos en dos grandes categorías: Linfomas de Hodgkin y Linfomas no Hodgkin.

"Las diferencias entre ambos tipos de linfoma son múltiples y tienen que ver con la biología de la célula tumoral, la forma de presentación, la evolución a través del tiempo, tipo de terapias empleadas y expectativa de curación. No es que uno sea mejor que el otro, solo son diferentes y necesitan tratamientos distintos", aclaró el Dr. Ramírez.

¿Cuáles son los síntomas?

Dependiendo del tipo de linfoma que se trate y las características de cada paciente, los síntomas de los linfomas podrían variar drásticamente. 

Pero algunas de las señales más recurrentes que se pueden presentar, son:

  1. Crecimientos progresivo de los ganglios, habitualmente indoloros.
  2. Decaimiento.
  3. Pérdida de peso.
  4. Sudoración nocturna.
  5. Fiebre en algunos casos.

También se podrían identificar cambios asociados a la médula ósea, como la anemia, sangrado por conteo de plaquetas bajo o infecciones recurrentes

Este no es un tipo de cáncer que se pueda prevenir, pero sí tiene tratamiento y su efectividad dependerá de cada caso y del tipo de linfoma que se tenga.

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

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