Evita ácaros y bacterias: Esta es la frecuencia con que deberías cambiar tus sábanas
Para muchos, uno de los mejores momentos del día es cuando la rutina termina, se meten a la cama y se envuelven en las sábanas para descansar. Pero antes de ponerse cómodo, es necesario tener en cuenta ciertas precauciones.
La higiene del sueño ha sido ampliamente estudiada y los expertos han logrado determinar, por ejemplo, cuál es la mejor hora para irse a dormir. Sin embargo, otro factor relevante es la condición del espacio en el que se descansa.
Si bien para cada persona los rituales de limpieza son diferentes y dependen del tiempo que se disponga, hay artículos que requieren de un periodo estimado para brindarle la higiene óptima, y uno de ellos son las sábanas.
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¿Con qué frecuencia hay que cambiar las sábanas?
Una limpieza constante en áreas donde se acumula la suciedad y los microorganismos puede ayudar a evitar problemas de salud. Al respecto, la doctora Lindsay Bowning, en conversación con el sitio mexicano Imparcial, señaló cuál es la frecuencia adecuada para cambiar las sábanas.
La neurocientífica y experta en sueño indicó que se debe hacer una vez a la semana, o como máximo dos veces al mes.
En el caso de que tengas mascotas que duerman contigo, la Fundación del Sueño sostiene que la frecuencia de lavado debería ser cada 3 o 4 días, para así evitar padecer de cuadros alérgicos o de asma.
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¿Qué pasa si no lo hago?
En su explicación, la profesional destaca un punto a considerar, y es que más allá de los virus que pueden estar presentes entre la ropa de cama, algunas personas emiten un alto calor corporal.
Como consecuencia, transpiran y el sudor penetra las sábanas. Esto no solo hace que tengan "un olor desagradable, sino que también se obstruyan bastante", dice Bowning.
A esto hay que sumarle células muertas como la caspa, costra y hasta vellos corporales que funcionan como alimento para ácaros y bacterias, que terminan reproduciéndose y empeorando la situación. No basta con sacudir la cama a diario, es muy importante colocar ropa nueva y lavar la que se usa.
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