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Estas son 7 señales de que tu relación va directo al fracaso

Una relación sana y duradera es el deseo de muchas personas, pero al momento de intentar convertir este anhelo en una realidad para nuestra vida amorosa, se presenta una serie de desafíos que son propios de cada vínculo.

Situaciones como las expectativas poco realistas, las posturas intransigentes e, incluso, la falta de conflicto, pueden ser signos de que una relación está condenada al fracaso.

Así lo establece un artículo publicado en Psychology Today, en el cual la doctora Kathy McCoy analizó a parejas que asistieron a su consulta, descubriendo actitudes que llevaron a una ruptura, tales como: diferencias irreconciliables en el deseo sexual, predicciones negativas y falta de afecto y de gratitud, entre otras.

Expectativas poco realistas del otro

Dentro de las relaciones amorosas, existen quienes no ven a su novia o novio como realmente son, sino que se aferran a una visión idealizada de la relación perfecta, lo que los lleva a frustrarse o desesperarse cuando se dan cuenta de que su contraparte resulta ser simplemente humana.

McCoy explica que una de sus pacientes se quejó, manifestándole que "mi prometido debería hacerme sentir como una princesa". Mientras que su pareja se quejaba constantemente de sus demandas, lo que hacía que su relación pareciera desequilibrada.

La terapeuta detalla que "aquellos que se aferran obstinadamente a las nociones de lograr la perfección en las relaciones, de nunca pelear o nunca sentirse decepcionados de alguna manera, están perdiendo oportunidades de encontrar la felicidad en una relación imperfecta, pero amorosa".

Posturas intransigentes

Esta actitud se da cuando uno de los integrantes de la pareja posee un tipo de pensamiento de hacer todo a su manera, sin importarle considerar el punto de vista o los sentimientos del otro.

Esta incapacidad o falta de voluntad para comprometerse puede manifestarse a la larga como desprecio por la visión del otro respecto a algún tema, y puede derivar en un "bloqueo", que significa retirarse de cualquier discusión durante el conflicto, usualmente como resultado de sentirse abrumado. Lo anterior, impide que pueda concretarse cualquier resolución de problemas.

 

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Falta de conflictos

Esta señal de que una relación va directa al fracaso podría sorprender a muchos, ya que se suele pensar que las discusiones de pareja son consideradas como un signo definitivo de problemas en una relación.

Sin embargo, al existir una falta de conflicto absoluto, esta puede representar un fuerte signo de desconexión emocional y/o falta de esperanza para resolver complejidades.

Esta práctica en las parejas puede generar sensaciones de ira no expresadas correctamente, provocando que con el tiempo se acumulen los sentimientos no resueltos, lo que provoca finalmente que la relación, en lugar de avanzar, se estanque en una indiferencia insensible continua.

Diferencias en el deseo sexual 

A pesar de que muchas parejas presentan diferencias en el ámbito del deseo sexual, las relaciones saludables logran encontrar la manera de resolver estas disconformidades, al generar acuerdos en los que ambos ceden con la finalidad de no menospreciar los deseos del otro.

No obstante, la especialista indica que existen "los casos desesperados", los cuales "involucran a parejas que deciden que nunca quieren tener relaciones sexuales en algún momento a pesar de los deseos del otro".

Problemas de adicciones

Otro aspecto a considerar es que el fracaso de muchas relaciones proviene de la dificultad de resolver los problemas de pareja derivados de la adicción de uno de sus integrantes.

"Las promesas, las traiciones y la esperanza que con demasiada frecuencia se desvanecen pueden erosionar el amor y la buena voluntad en las relaciones. El comportamiento compulsivo de cualquier tipo, no solo el abuso de sustancias y el alcoholismo, sino también el juego, el gasto excesivo o la infidelidad en serie, puede ser un desafío formidable para la supervivencia de la relación", subraya el artículo.

 

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Temor a la ruptura

Algunos estudios de esta índole han podido demostrar que aquellas parejas en las que uno o ambos temen o anticipan una ruptura futura, tienden a mostrar un menor compromiso con hacer que la relación funcione.

Se cree que algunos de estos pronósticos negativos pueden gestarse basándose en expectativas poco realistas de la relación, y del pánico ocasionado al darse cuenta de que esta no resulta ser perfecta como se pensaba. Por otro lado, otro motivo puede deberse al temor de repetir malas experiencias vividas en relaciones pasadas.

Falta de muestras de afecto

Algunas parejas no tienen normalizado el adquirir hábitos de demostración de afecto, que pueden parecer pequeños, pero que son realmente significativos, como es el caso de tomarse de la mano o abrazarse, acurrucarse o besarse, compartir bromas y encontrar alegría en experiencias cotidianas.

"Las parejas en relaciones saludables se sienten seguros el uno con el otro y mejorados por la visión positiva que el otro tiene de ellos. Poner énfasis en las cualidades positivas de una pareja y sentirse agradecido por tener a esta persona, por imperfecta que sea, como pareja en la vida, puede marcar una diferencia increíble", sentencia el artículo.

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