Así es cómo puedes saber si un huevo está malo, incluso sin abrirlo
Los huevos son parte de la alimentación diaria de muchas personas en el mundo. Gracias a los sistemas de refrigeración modernos, podemos mantenerlos durante largos periodos sin que se descompongan.
Pero eventualmente se echarán a perder y debido a que la parte comestible de este alimento se encuentra al interior de una opaca y, relativamente, resistente capa de calcio, no se puede recurrir a señales tan notorias, como los hongos, para conocer su estado.
Si bien los huevos comercializados en el mercado oficial deben indicar claramente cuál es la fecha de vencimiento, conoce cuáles son los métodos que podrías utilizar para verificar si siguen comestibles.
Cuando está roto
El mejor mecanismo es siempre revisar el estado de cada huevo antes de prepararlo. En vez de romperlo y colocarlo inmediatamente en el recipiente en que estás cocinando, deberías abrirlos uno a uno en un plato separado.
Así podrás analizar sus características, en búsqueda de pistas que señales su posible descomposición.
La primera y más notoria es el mal olor, "ligeramente sulfúrico", según lo describe la Australian Eggs. Desde la organización de investigación aseguran que se podría sentir incluso cuando el huevo sigue intacto.
Además, el interior tendrá ciertos cambios visuales. Por ejemplo, la clara no tendrá esa textura ligosa y se verá mucho más líquida de lo habitual, pero esta no es una señal tan fidedigna, ya que podría ocurrir con un huevo viejo y no solo con aquellos que están malos.
En caso de que el interior haya sido contaminado con bacterias, podrías encontrar manchas de color rosado, azul, verde o incluso negro en la yema o clara del huevo, explicaron en Healthline.
La prueba de flote
Si es que no quieres romper y revisar uno por uno, puedes utilizar la prueba de flote. Simplemente, debes tener un recipiente con agua helada, colocar los huevos dentro y verificar si es que estos se mantienen cerca de la superficie o si se hunden hasta el fondo.
Según Australian Eggs, cualquier huevo que flote debe ser descartado, ya que este debería estar descompuesto y las células de aire interna permiten mantenerlo cerca de la superficie del agua.
Con una linterna
Colocar los huevos a contra luz es una técnica utilizada por los criadores de gallinas para reconocer los huevos fertilizados de los que no tienen polluelos dentro, pero también podrían servir para hacer un control de calidad.
Para esto, debes estar en un sitio oscuro y colocar el huevo a contraluz, pero no del sol, sino de una fuente más directa, como una linterna. De esta forma podrás ver el interior de cada huevo, sin necesidad de abrirlo.
Según explican desde la Universidad de Florida, cuando un huevo está fresco, la yema solo se ve como una tenue sombra y mientras más intensa esta se distinga, es una señal de que el huevo está cada vez más viejo.
También podrás notar la celda de aire: esta se verá como un espacio vacío en el fondo del huevo. En este caso, mientras más profunda esta sea menor será su calidad y más posibilidades de que esté descompuesto.
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