Serían rocas enormes: Estos son los planetas del universo en los que lloverían diamantes, según experimento científico
Dentro del Sistema Solar, los planetas más desconocidos a la fecha son los gigantes helados, como Urano y Neptuno. Por su lejanía y características, son de los cuerpos menos investigados por las agencias espaciales, a pesar de que se cree que la mayoría de los planetas fuera del sistema serían bastante similares a ellos.
Pero a pesar de la falta de información espacial, los expertos experimentan con los pocos conocimientos que se tiene de ellos, así es como un equipo de científicos de todo el mundo demostraron, a través de un experimento, que es muy probable que en estos planetas lluevan diamantes.
¿Por qué llueven diamantes?
Este tipo de planetas son muy diferentes a la Tierra, por ejemplo, estos enormes cuerpos celestes tienen un centro sólido, pero sus capas externas estarían compuestas por un líquido caliente y denso, en el cual se formarían los diamantes.
Estas formaciones, se piensa que podrían tener un enorme tamaño, de hecho, podrían equivaler a millones de quilates, se hundirían en las capas de hielo del planeta, para acumularse en torno al centro sólido.
Los diamantes no serían como los que conocemos en la Tierra, pero sí se formarían de manera muy similar.
Neptuno, uno de los gigantes helados del sistema solar, fue fotografiado por la sonda Voyager II el 29 de agosto de 1989.
— Waa Sop (@WaaSop) August 29, 2018
En un mundo ideal, tendríamos una orbitador en Neptuno en este momento...
Crédito: NASA Commons pic.twitter.com/LDSXR2oPID
¿Cómo lo demostraron?
La clave para este experimento fue un elemento que vemos a diario, el plástico PET, de hecho, según los autores, en teoría, el proceso debería funcionar incluso con botellas de una famosa bebida cola carbonatada.
En este caso, replicaron el ambiente en estos planetas con este producto que contiene los mismos elementos químicos. Luego de estimular el plástico PET con un láser óptico de alta potencia, observaron cómo los átomos se reordenaban para formar las rocas.
"El efecto del oxígeno fue acelerar la división del carbono y el hidrógeno y, por tanto, favorecer la formación de nanodiamantes", explicó Dominik Kraus, físico de Helmholtz-Zentrum Dresden-Rossendorf (HZDR).
Por el momento, esta continúa siendo una hipótesis por demostrar, con más conocimientos provenientes de estos ambientes, tan diferentes a la Tierra.
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