Nuevo estudio sugiere que personas que toman té tienen un menor riesgo de mortalidad
Una nueva investigación sugiere que el consumo habitual de té, sin importar el tipo, estaría asociado con una reducción en la mortalidad de las personas. Según esta publicación, quienes toman regularmente esta bebida, pueden obtener los mejores beneficios.
Hasta ahora, estudios previos sobre los efectos positivos de la infusión se concentraban en las ventajas del té verde. Es que la mayoría de los trabajos son realizados en países asiáticos en los que esta variedad no solo es la más popular, sino que un pilar fundamental de su consumo de líquidos diarios.
Es por eso que este trabajo, a pesar de sus limitaciones, representa un gran avance para la comunidad científica. No solo cuenta con una gran base de investigación, también permite ver los efectos del té negro, uno de los más consumidos por la población occidental.
En este caso, se utilizaron los datos de más de 498 mil personas del Reino Unido, a quienes se les aplicó un cuestionario entre los años 2006 y 2010, y a quienes se les siguió por 11 años más.
¿Cuáles son los beneficios?
Luego de analizar su información, los investigadores concluyeron que los participantes que toman dos o más tazas de té al día, tienen entre un 9 y 13% menos riesgo de mortalidad, en comparación con las personas que no consumen esta bebida.
Los beneficios se percibieron sin importar si el té lo preparan con leche o azúcar, y también fueron independientes de la temperatura en que lo toman.
Gracias al cuestionario aplicado, los expertos determinaron que cerca del 89% de la población investigada consume té negro.
La Dra. Maki Inoue-Choi, una de las autoras y epidemióloga del Instituto Nacional del Cáncer, explicó que estos resultados solo deberían respaldar a quienes ya consumen regularmente la bebida
"Las personas no deberían modificar la cantidad de tazas de té que se toman en un día por estos resultados", explicó la autora.
¿Tiene limitaciones?
Además de obviar detalles como porciones o la intensidad con la que las personas se preparan el té, esta investigación tiene otras limitaciones por su aplicación.
Es que este es un trabajo meramente observacional, en el que se recopiló suficiente evidencia que permite sugerir los beneficios del té, pero se requieren de experimentos clínicos que sean capaces de replicar los resultados, para asegurar las ventajas de esta preparación.
Especialmente porque este estudio no logra demostrar que sea efectivamente el té el responsable de los cambios en la mortalidad, y que no sea otro hábito en la población que se repite entre todos los bebedores de la infusión.
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